A Ítalo Marenco lo dejaron como palo de perico y esta vez no fue su esposa quien le pegó tremenda regañada.
El haber saltado un toro en la corrida del 1 de enero le ha salido bastante caro al presentador de Giros, pues no solo su esposa Cindy Villalta está enojada.
Además, de andar con un moretón a un costado de su espalda, su gran hazaña también le dejó una jalada de orejas de su gran amiga La Trafiquina.
La cuidacarros Janeth Pérez hasta le advirtió que cuando lo vea le va a pegar un “fajazo bien duro” y que no le va a hablar más por no hacerle caso.
“Yo ya le dije a usted que no lo quería ver metido ahí en los toros y no me hizo caso verdad. Ya no le voy a volver a hablar nunca en la vida porque usted no hace caso. A usted cuando se le mete una cosa, se le mete. Yo le dije a usted que no lo quiero ver ahí en los toros encima, encima, encima, que piense en la bebé, es todo, usted lo sabe muy bien. Le voy a dar un fajazo bien duro cuando usted llegue allá, ¿oyó? A mí no me gusta eso de que usted no hace caso”, dice un audio que le envió.
Pero eso no es todo, porque la Trafi también le recordó que una cornada puede resultar bien peligrosa y que está poniendo su vida en riesgo y que además, de quedar convaleciente en una cama, nadie lo va a ayudar.
“Si ese cacho se lo mete en la pierna suya ahí queda. Ni un amigo, ni nadie te dará una pastilla en la cama, nadie lo ve a uno, ya sabe usted. Amigos no hay, solamente Dios es el único amigo que hay”, le advirtió su gran amiga.
Ítalo se animó a saltar un toro una vez más en una corrida, solo que esta vez se le olvidó quitarse el aparato de comunicación del micrófono que tenía en su espalda y al caer sobre la arena se llevó un costalazo.
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La figura de Repretel debió ir donde un fisioterapeuta al día siguiente porque no aguantaba el dolor en su espalda y además debieron inyectarle desinflamatorios, por lo que regresó a las corridas el 3 de enero.
Otra que no está nada contenta con él es su esposa, a quien tampoco le gusta que sea tan arriesgado y por eso vacila que cada vez que llegan las transmisiones de toros lo manda a dormir al sillón de la casa como castigo.
Hasta él mismo vacila que los moretones no son por saltarse el toro, sino consecuencia de los escobazos que le pega Cindy cuando lo manda a dormir al sillón luego de ver que le anduvo tan cerca al toro.
Esta no es la primera vez que se atrave a brincarse un cachudo de lado a lado; sin embargo, esta vez calculó mal la caída y por eso las lesiones en su espalda.
Marenco dijo a La Teja que ya está sin dolor y que solo le quedaron los moretes como recuerdo.
“Hoy sí amaneció supermorado, pero ya está saliendo el golpe. Gracias a Dios estoy sin dolor y todo superbién. El salto no estuvo tan mal y fue que me metí la cajita del sonido y diay se me clavó en la nalga”, dijo.
Ahora, por esa hazaña hasta se volvió protagonista de muchos memes en redes sociales.