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La conocida experta en protocolo Christy Marín volvió a ser víctima de Ítalo Marenco, quien la hizo pasar por un nuevo bañazo este jueves.
El presentador de Repretel encontró a Marín, nuevamente, en un restaurante y como él no deja pasar una, aprovechó para darle otra muestra del gran aprecio que le tiene.
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Resulta que Ítalo es tan buen amigo que le volvió a celebrar los 48 años a Christy, lo que pasa es que lo hizo de la manera que más vergüenza le da a ella.
“A Christy Marín hay que celebrarle la vida, hay que celebrarle tantos años de ser tan buena persona, entonces… ¡Rájense muchachos, ahora muchachos. Vamos, con fuerza muchachos!”, dijo Marenco al grupo de saloneros que reunió alrededor de la mesa donde estaba Christy para que le cantaran cumpleaños.
Ítalo pedía cantar lo más fuerte que pudieran, y entre los cantos y las panderetas que sonaban, algunos otros clientes del restaurante se sumaron y aplaudieron durante la canción del cumpleaños feliz.
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Christy no sabía dónde meterse. Sonrojada y muerta de la risa, la empresaria volvía a ver a un Ítalo desbordado que al momento de decir el nombre de la homenajeada cuando cantaba la canción dijo: “Cumpleaños a Christy Marín la reina del protocolo…”.
“Emma, ayúdeme”, se escucha decirle Marín a su hija de cinco años, quien observó la acongojante escena entre algunas risas.
“¡Hay que celebrar la vida! Felicidades”, fueron las palabras que dedicó Marenco a Christy, quien aceptó el saludo muy apenada.
“Sí, así es (lo de celebrar la vida), pero les voy a contar qué es lo que pasa, como siempre estoy organizando cosas, siempre estoy detrás de la realización, pero cuando soy yo la protagonista me da pena”, explicó Marín a un Ítalo imparable que le respondió con un “¿le da vergüenza?”.
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Chisty contó que desde niña le da pena que le canten cumpleaños en público y que la situación sí la acongojó bastante. “Me da mucha vergüenza”, enfatizó Marín.
Ítalo ya la había hecho pasar por la misma situación el viernes pasado, el día oficial del cumpleaños. Esa vez, también por pura coincidencia, se la encontró en otro restaurante y le salió con lo mismo, solo que en esa oportunidad a ella le pusieron un sombrero de pirata mientras le cantaban el feliz cumpleaños.
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Ahora a Christy en vez de feliz cumpleaños, lo que le deseamos es que no se vuelva a encontrar a Ítalo, porque de fijo, le celebraría su cumpleaños por tercera vez.
