Rodolfo Araya tiene muy claro cómo le gustaría que fuera su último día en la Tierra.
Aunque no le pasa ni por la mente guindar las tenis, el querido actor sabe que le encantaría pasar a la otra vida sobre un escenario de teatro.
El intérprete del recordado don Pedro, de "La pensión", llegó este miércoles a las 67 vueltas y a diferencia del viejillo cascarrabias que dejó la serie de Teletica, hace 5 años, Rodolfo goza cada momento de su vida.
Araya conversó con La Teja acerca de lo que hace y si definitivamente le dio muerte al eterno enamorado de doña Tere.
–¿Cómo disfrutó de su cumpleaños?
La verdad es que muy tranquilo, en la casa y con la familia. Estoy estudiando para un proyecto nuevo con la agrupación Iriria en el que Sofía Chaverri y yo somos los protagonistas en la parte de la actuación.
–¿Sigue igual de vigente en el teatro como antes?
Sí, yo llevo 48 años de estar actuando y no he parado. Llevo cinco años de estar con el teatro El Triciclo, ahora estoy con una comedia que ha sido un verdadero éxito, que se llama "El amor todo lo cura".
–¿Qué personaje tiene?
Es algo muy diferente a lo que he hecho antes. Es un paciente que está medio loco en el hospital en que se desarrolla la obra.
–En tele, ¿ha tenido alguna otra intervención?
–Después de La Pensión he aparecido con La Media Docena, también en la telenovela La María y en la película El lugar más feliz del mundo. Creo que eso es lo que me mantiene feliz y mi familia.
–¿Todavía le dicen don Pedro?
–Sí, eso no me lo voy a quitar nunca, todo el tiempo me piden fotos y solo así me dicen.
–A cinco años de haber salido de "La pensión", ¿qué siente?
–Fueron momentos bonitos porque interpreté al personaje por casi catorce años, pero después de una serie de problemas todo quedó atrás.
–¿Le gustaría usar el personaje para algo más?
–Fue un personaje que me gustó y que quise mucho, pero no veo como que pueda sacarle provecho, prefiero que quede como un recuerdo.
–¿Todavía habla con sus excompañeros?
–Sí, con todos quedó una linda amistad.
–¿Con doña Tere (Eugenia Fuscaldo) mantiene comunicación?
–Hace poco la vi y como tenía años de no verla todo fue puro amor, besos y carcajadas.
–De sus cuatro hijos, ¿alguno le salió actor?
–Solo Luis Diego que actuó conmigo en "La pensión" y luego en otra serie del 7, pero no es algo que lo vuelva loco. Yo llevo a la familia a las obras, pero nunca les inculqué que fueran actores.
–¿Qué pasó con el negocito que tenía en la casa?
–Comenzamos con una venta de pollo, después metimos carnes y lo hicimos minisúper, pero en un momento me empezó a llegar una tarifa de ¢250 mil de luz porque al ICE se le ocurrió aumentar el precio y no tenía sentido, al final lo remodelé y ahora alquilo un apartamento.
–¿Qué hace aparte de actuar?
–Creo que el noventa y nueve por ciento de mi vida está relacionada con la actuación, de vez en cuando doy clases de teatro, pero paso estudiando mucho.
–¿Cómo ve a la nueva generación de actores?
–Hay de todo, he vivido diferentes etapas del teatro y se ha vuelto como moda, ahora veo que es más familiar y la gente lleva a los niños. En cuanto a los actores, hay gente muy brillante y otra a la que le cuesta un poco más.
–¿Ha pensado en hacer un alto en algún momento?
–Creo que no, yo digo que ojalá me pase las de Moliere (Jean Baptiste Poquelin, un dramaturgo francés) y pueda morir sobre un escenario, sé que sería muy gacho para el público, pero me encantaría.
–¿Ha visto algo así?
–Una vez estábamos a punto de irnos para una gira y un compañero estaba muy enfermo, teníamos que ayudarlo hasta a vestirse, pero él decía que el show no podía parar. Un día llegó y actuó y al siguiente día nos llamaron y dijeron que había fallecido.