La batalla legal entre Maribel Guardia y su exnuera Imelda Garza por la custodia de su nieto tiene un nuevo capítulo y continúa desatando polémica.
La esposa del fallecido cantante Julián Figueroa decidió contraatacar a la actriz costarricense y a través de sus abogados está exigiendo que se anule la demanda interpuesta en su contra.
Por medio de sus redes sociales, Imelda, de 27 años, emitió un comunicado de prensa para señalar que el titular de la Fiscalía (Miguel Ángel Barrera Sánchez) quién dictó las medidas de protección de dejar a su hijo Julián con su abuela de manera provisional fue destituido de su cargo el fin de semana por “supuestos actos de corrupción y tráfico de influencias”, por otro caso similar al suyo, y que por eso “exigirán la anulación” de su proceso.
“Mis abogados exigirán la anulación de este proceso debido a las sospechas fundadas sobre el cuestionable criterio de dicho fiscal y la estructura organizacional que sustenta sus decisiones, quienes obligaron tanto a mi hijo como a mí a aceptar decisiones parciales, haciéndonos creer que así se protegía el bien de ambos y privándome de un derecho tutelado”, señala el comunicado.
Imelda también quiso aclarar que la Fiscalía no la ha sometido a exámenes sicológicos y toxicológicos, a pesar de que ella fue los que los solicitó, para demostrar si está o no en condiciones de hacerse cargo de su hijo de siete años.
“Confío en Dios, en la acción de una justicia real y en la Fiscalía comprometida con la sociedad a quien manifiesta servir, así como en el derecho que mi hijo tiene a vivir rodeado del amor sano que tanto su madre como sus abuelos pueden ofrecerle”, concluye el comunicado.
Al inicio de su publicación aclaró que la relación entre ella y Maribel siempre fue la mejor y que por eso tras la muerte de su esposo, Julián Figueroa, decidió quedarse en su casa pensando en el bienestar de su hijo y en la “unidad familiar”.
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“Lo que aquí expongo no es una defensa ni un intento de debatir los hechos que, en su momento, desmentiré ante las instancias legales correspondientes. Sin embargo, sí siento la necesidad de aclarar ciertas situaciones que se han publicado como verdades absolutas, retratando tanto a la abuela como a mí, de formas que no corresponden a la realidad”.
“Quiero enfatizar que, antes de esta denuncia, Maribel nunca manifestó preocupaciones respecto a la crianza de mi hijo ni me planteó sugerencias sobre mi proceder como madre. Mi papá nos visitaba continuamente en su casa y si hubiera sido el caso, jamás tuvo el valor moral de decirle lo que supuestamente ocurría.
“A finales del año pasado, mi hijo y yo estuvimos fuera de su casa durante un mes, en el cual, en el supuesto de existir un maltrato sobre mi hijo hubiera sido una preocupación genuina, era el momento de denunciarla y así evitar un incidente que fuera de su conocimiento. En ninguno de esos momentos hubo la más mínima desconfianza sobre mi capacidad en el cuidado de mi hijo que hoy pretenden manifestar como motivo de una denuncia que con tan solo unas manifestaciones sin evidencia probada, fueran el detonante para que me separaran de mi hijo”, dice al inicio del comunicado.