Coco Roper, la luchadora hija de Lynda Díaz, va volviendo poco a poco a su normalidad que, por cierto, es bastante dura, luego de la fallida operación que tuvo el lunes anterior.
Esta semana contó que si los doctores no hubieran decidido parar la cirugía, probablemente hubiera fallecido del dolor tan insoportable que sentía.
Este viernes, Coco hizo una transmisión en vivo en su Instagram, en donde contó detalles de ese dolor tan tremendo.
“La epidural se salió del lugar y estaba drenando toda la medicina atrás de mi espalda y nada me estaba entrenando. No les puedo explicar el dolor que sentí, antes solo sentía dolor en el lado izquierdo, pero después, empecé a gritar, sentí que los intestinos se contraían, empecé a vomitar, que cuando uno lo hace, tiene que hacer fuerza en el estómago, yo tengo una incisión gigante en el estómago, entonces creía que se iba a explotar, pero también necesitaba sacar el vómito...”, contó.
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Afirmó que por más que la sedaban, el dolor continuaba.
“Tenía que quitarme toda la epidural y volver a meterla, desde cero. Yo muriéndome de dolor, me dieron un sedante que me hacía sentir toda tonta, entonces recuerdo que pasé dolor, pero no cómo se sintió, recuerdo que yo gritaba, tuvieron un problema en una de las vértebras para poder meterlo, lo pudieron hacer.
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“Sellaron la epidural y subieron la dosis. La doctora me dijo que había tenido un supermal día en el trabajo y (le dijo) ‘el haber visto lo fuerte que eres, me hizo el día’, me agradeció por darle la oportunidad de haberme conocido, he visto que todos los doctores y enfermeros están reaccionando de esa manera al ver mi lucha”, comentó.
Coco se ha sentido un poco mejor luego de poder compartir con su bebita Ellie, que la ha llenado de energía y buenas vibras, así como del montón de gente que pasa más que pendiente de su evolución.
En sus historias de Instagram agradeció a su mamá por estar con ella y también por no descuidar a sus hermanos.