La hija de Glenda Peraza, Kiki Berry, compartió un aspecto muy personal de su vida, que no solo la ha transformado, sino que ha ayudado a otras personas.
Resulta que la influencer recibió un comentario de una de sus seguidoras, quien le agradeció por siempre mostrarse auténtica y natural.
“Mi acné empezó recientemente, y hay días que quiero arrancarme la cara y me siento horrible, quiero correr a taparlo, pero inspiras a amar y apreciar cada una de las manchas que tengo”, le comentó su seguidora.
La guapa hija de Glenda Peraza expresó que este tipo de comentarios siempre le llenan el corazón, porque ella sabe lo complicado que es tener acné.
“Llevó años lidiando con el acné, sé lo mucho que baja la autoestima, el cómo causa inseguridad el andar sin maquillaje, y cómo sentimos que los demás solo pueden ver eso de nosotras”, inició diciendo.
Berry confesó que ella sabía, perfectamente, lo complicado que era vivir con el acné, pues conlleva tomar medicamentos, aplicarse limpiezas faciales y hasta hacer remedios caseros, sin que ninguno solucione el problema.
“Al día de hoy sigo trabajando en hacer las paces con mi acné. Constantemente, tengo crisis en las que odio verme al espejo, ver mi maquillaje con textura, con el que, simplemente, no me gusta nada de lo que veo y no me siento segura, pero también sé que eso no me define todo lo que soy. Sé que no es fácil, que el proceso lleva tiempo”, añadió.
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Ante esto, Kiki les dijo a las seguidoras que pasan por esos procesos que no están solas, y que por tener acné no son menos valiosas.
“No somos menos valiosas por tener acné y nuestra belleza no se mide por la apariencia de nuestra piel. Lo más importante es cuidar de nosotras mismas, no solo físicamente, sino también emocionalmente. Está bien tener días difíciles, está bien sentirnos vulnerables, pero nunca debemos olvidar que somos mucho más que nuestras inseguridades”, detalló.
La hija de la expresentadora le agradeció a más de una por compartir el camino de este tema, aunque sea complicado.
“Juntas podemos normalizar y aprender a vernos con más amor y compasión”, concluyó.