Antes de partir rumbo a Honduras, el entrenador Hernán Medford quiso dejar resuelto un asunto que venía planeando desde hacía tiempo: comprometerse con su novia, Ingrid Solís.

El exjugador morado salió el domingo hacia su nuevo hogar, en la ciudad de San Pedro Sula, después de aceptar dirigir al equipo Real España.

Y como que la noche anterior al viaje era el momento perfecto para entregarle el anillo a su amada.

La actual Mrs. Universe Costa Rica le contó a La Teja que la propuesta de matrimonio la tomó por sorpresa pese a que ya venían hablando del tema.

Según contó la reina de belleza, ambos habían acordado ir a cenar la noche del sábado como despedida y cuando se estaba comiendo un bacchio, su postre favorito, descubrió el anillo.

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La pareja fue a cenar al restaurante italiano Andiamo La, en Santa Ana, y Medford se las ingenió para que el chef metiera la caja con el anillo dentro del caparazón del postre.

“Fue un momento tan lindo y a la vez tan cómico. Yo metía la cuchara en el postre y cuando ya me salió la cajita dije: ‘Dios mío, ¿qué es esto?’ y lo volví a ver y me bajaban las lágrimas y ya después me dijo que si quería ser su esposa, que ya ahora sí formalmente, porque ya antes lo habíamos hablado (de casarse)”, mencionó.

Además recordó que cuando le llevaron el postre notó que no traía helado, como comúnmente se come, y que hasta le dijo a su novio que lo devolviera y que les reclamara. Al final no le echaron para que no se dañara la caja.

Amor de lejos por ratos

La puriscaleña comentó que, de momento, no tienen fecha definida para la boda y que eso lo irán planeando poco a poco. Ahora lo más importante es que Hernán, de 51 años, se instale bien en Honduras.

En los próximos días Ingrid irá a visitarlo para ver qué tal la casa que le dieron y mencionó que conforme pasen las semanas decidirán si se va a vivir con él o si se la sigue jugando como cuando él estaba de entrenador en Guatemala, que iba a verlo y se devolvía.

La modelo, de 33 años, contó que pese a que es una gran oportunidad laboral la que le salió a su novio para ella ahora es más difícil porque ya estaba más encariñada de la cuenta al tenerlo aquí.

“Cuando a él le salió la oportunidad de irse y me preguntó qué hacía, le dije que es para bien, que ese es su trabajo y que yo no soy quién para impedirle que se vaya. No lo frenan ni las chicas de él, menos uno, y por supuesto lo voy a extrañar porque lo amo”.

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Ilusionados como la primera vez

Este será el tercer matrimonio de Hernán y el segundo de la reina de belleza.

La máster en enfermería contó que ella no se casó por la iglesia con el papá de sus tres hijos, pero que de igual manera la boda seguramente será civil.

Ingrid dice sentirse como una novia adolescente, toda ilusionada, y que desde que conoció a Hernán volvió a creer que el amor es para siempre.

“Yo había descartado de mi vida un matrimonio, pero digamos que de mi parte externa porque las mujeres siempre soñamos con esas cosas. Ahora que llegó Hernán a mi vida mi perspectiva de matrimonio cambió. Yo le digo a él que por mi yo amanecería el resto de mi vida a la par de él porque él es un hombre increíble y sus defectos se los aprendí a amar, son muchas cosas que me hacen sentirme feliz a su lado”, dijo.

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Días para recordar

Estos días serán para nunca olvidar para la reina de belleza pues en unos días terminará su reinado.

El próximo martes 18 de junio le tocará entregar la banda de Mrs. Universe Costa Rica a su sucesora y, según adelantó, puede que esta sea su única corona pues no cree que se meta a participar en más concursos.

"Me da como nostalgia (que termine). Fue una etapa muy linda, la voy a atesorar siempre en mi corazón porque me hizo crecer en muchos ámbitos de mi vida. Ese era como el sueño que yo tenía y ya no quiero más certámenes de belleza, tengo otros proyectos en mi cabecita que tal vez se me cumplan”, adelantó.

Ingrid señaló que le encantaría seguir inspirando a más mujeres a salir adelante y a superar la obesidad como ella lo logró años atrás al bajar más de 50 kilos en el 2006.