Natalia Monge, imitadora de Pelando el ojo, ha estado muy preocupada en los últimos días debido a que unos hackers turcos le robaron la paz.
Naty se convirtió en una víctima más de los ladrones de cuentas en redes sociales, que en el último año han estado haciendo de las suyas con personas e instituciones conocidas de Tiquicia.
Por manos de los inescrupulosos turcos ya pasaron los perfiles de Alajuelense, Glenda Peraza, Debbie Soto (ex de Alonso Solís) y Omar Cascante.
LEA MÁS: Natalia Monge pone fin a la primera temporada de su programa de imitaciones
La también presentadora de Informe 11 cuenta que a ella le sucedió hace unos días y desde entonces intentó recuperar su perfil de Instagram, en el que tiene más de 214 mil seguidores, ya que representa una parte importante de su trabajo y por ende, de los ingresos a su casa.
Sin embargo, como no lo logró, tuvo que abrir un nuevo perfil llamado Natalia Monge oficial para empezar de cero.
-¿Cuándo le pasó lo del hackeo?
Se dio por ahí del 13 de diciembre. Una amiga me mandó un pantallazo de mi perfil, yo no lo vi de inmediato, pero me extrañó, decía: ‘¿Naty, este es tu sitio?’ con mi nombre y publicaciones, pero con otra foto de perfil y otro nombre rarísimo.
En eso me metí al correo electrónico y tenía una alerta que decía que habían tratado de abrir mi cuenta desde un lugar sospechoso y venía con un mapa adjunto, cuando lo abrí vi que era de Turquía.
-¿Qué hizo?
Llamé a Glenda Peraza porque había visto que a ella también le habían hackeado su sitio y me recomendó a un muchacho que le ayudó a ella en su momento. Fue un shock, pero tuve que ver cómo bloqueaba ese asunto porque tengo muchas obligaciones y la vida tiene que seguir.
-¿Qué le recomendaron?
Me dijo que había que hacer reinversión de dinero importante, me advirtió también que me iban a extorsionar para devolverme el sitio, que al final podía ser un platal, pero yo le dije que está bien, que mi cuenta es una fuente de trabajo, muy importante, con la que ya tengo contratos, pero no voy a perder plata que no tengo en esas cosas. Me dijo que manejemos perfil bajo para evitar que eliminen la cuenta porque la idea es poder recuperarla. Dimos quince días, pero mejor abrí un nuevo perfil para no quedarme de manos cruzadas.
-¿La contactaron?
Sí, por WhatsApp, ¡vea qué increíble!, pero como ya estaba advertida, ni siquiera lo quise abrir, porque uno se siente muy vulnerado.
-¿Qué piensa hacer ahora?
El informático está con eso, pero hemos notado que hasta el hacker se enfiestó para esta época porque la respuesta ha sido muy lenta, si la recupero, pues bien y si no, ni modo, la resiliencia (adaptarse a los cambios positivamente) es un valor que aprendimos en este 2020 y así como la gente que perdió el trabajo y que se reinventó, así me tocará hacer porque este también es mi trabajo y es un ingreso económico muy importante para mí.