Desde carajillo fue inquieto, risueño, medio rebelde, atrevido y muy manudo, pero si hay algo por lo cual siempre se va a recordar a Gonín es por esa relación tan cercana que toda la vida ha tenido con la música, en especial con el reggae.

Sin duda, el artista alajueliteño, gran ganador de la quinta temporada de Tu cara me suena, fue uno de los personajes del 2020 y --a diferencia de la mayoría-- al cantante le fue muy bien en el año de la pandemia y empieza este tiempo de nuevo de manteles largos: hoy cumple 33 años.

Gonín, cuyo nombre es Esteban Gómez, asegura que de no ser por ese amor y pasión para cantar, combinados con los jalonazos de orejas de sus tatas, probablemente su vida sería hoy muy distinta.

Cuentan que amigos con los que creció están ahora metidos en las drogas, en la cárcel o muertos.

LEA MÁS: Gonín habló como tico y ganó Tu cara me suena

“Yo tengo muchas amistades, estamos hablando de gente a dos o tres casas de la mía a los que las mataron, otros están en la cárcel o en las calles porque son drogadictos, personas que uno conoce desde pequeño que hicieron cosas negativas y terminaron así”, explica.

“Siento que la música y el consejo de mis papás de toda la vida me sacaron de eso, por ejemplo, yo veía a mi hermano (Tapón) cantar y yo quería hacer lo mismo y por eso no había tiempo para nada más”, dice.

Ya Gonín no vive en Alajuelita, hace tres años se casó con Maureen Ramírez y se fueron a vivir a Heredia, sin embargo, la tierra no se olvida y cada vez que puede se va a dar una vuelta, ya sea para visitar a sus tatas o para hablar un rato con los compas.

LEA MÁS: Gonín: “Solo me falta que llegue la 30 de la Liga”

Obviamente, por la pandemia, esos viajes a la tierra del chinchiví se han reducido, pero los disfruta bastante cada vez que va.

De hecho, uno de esos vueltines fue el día después de ganar Tu cara me suena. Fue a dedicarle el trofeo a la gente que lo apoyó durante los meses que duró la competencia.

Puro amor

La relación de Esteban y la música nació muy temprano, desde que veía ensayando sus temas a Tapón, quien le lleva ocho años y que en ese tiempo daba sus primeros pasos en la música, un camino que luego seguiría el menor.

Y es que como que Gonín no le tenía miedo a nada. Apenas a los 10 años ya estaba dando su primer concierto en el Liceo Nuevo de Hatillo (ahora Édgar Cervantes). Así como lo oye.

“Ese es mi primer recuerdo de la música porque abrí un concierto de Ragga by roots y me dieron un pelotón. Eso fue gracias a Tapón, que me dijo que había un chivo y le iban a dar chance de abrirlo a él y que si me animaba me iba a subir, pero que cuidado me daba miedo. Ese día más bien me subí antes de que me presentaran”, cuenta muerto de risa.

En aquel momento --y como no podía ser de otra manera-- cantó una de las primeras piezas que escribió y se llama “Yo vengo de Concepción” (Conce, para la gente de Alajuelita) y debutó con el pie derecho.

Después de que le fuera a cachete en su primer concierto, a los meses lo invitaron a ser parte de la producción Radicales, la cual reunía a los mejores exponentes del reggae de la época.

A pesar del éxito, no dejaba de ser un chamaco y parecía destinado a seguir por el camino musical.

“A mis tatas no les gustaba que fuera a varios lados, pero yo me escapaba. Es más, tampoco me dejaban entrar a los bailes, entonces me metía por otro lado y tenía que ver por dónde entraba. Adentro pedía micrófono y me daban pelota, a Tapón le gustaba llevarme, yo abría el show de él”, recuerda.

A medida que iba creciendo aumentaban sus ganas de hacer carrera en la música. Creó un grupo llamado Element four, luego fue parte del dueto Blas y Gonín y ya después se mandó al agua solo hasta que llegó un tema que le cambió la vida.

“Con Playa, montaña y sol, en el 2014, siento que ya me di a conocer más, fue el que más me ayudó y hasta la fecha me reconocen por eso; ahora también por lo de Tu cara me suena”, agregó.

Ese tema --Playa, montaña y sol-- le da muchas alegrías, sin embargo, también lo liga a una amargura por no hacer las cosas de manera profesional.

“Eso forma parte del crecimiento de uno como artista, por ejemplo, esa pieza la saqué antes de tenerla en Spotify o en iTunes y la fui subiendo hasta tres años después, ¿usted sabe toda la plata que perdí? Aun así es la canción que más me deja mes a mes. Eso me pasó con muchas canciones y por eso no se vieron serias y tampoco les saqué ganancia”, explica.

Unidos

Durante varios años se habló de que Tapón y Gonín no se llevaban bien y fue cierto, pero quedó superado hace años.

“Es una etapa que hemos pasado todos los hermanos, con él nunca fue un problema personal, sino que teníamos diferentes formas de pensar, pero eso fue hace rato. Ahora nos llevamos muy bien, para lo del programa él me ayudó muchísimo”, afirmó.

Gonín asegura que estar en Tu cara me suena significó que su hermano Tapón y otras personas cercanas se dieran cuenta que es una persona más madura.

LEA MÁS: Alajuelense y Gonín se reparten regalos

“Él, con mucha razón, pensó que podía desanimarme o no aguantar porque el programa es duro, pero yo me enfoqué bastante y eso sirvió para que él, la gente de Teletica y muchas personas que me conocen se dieran cuenta de que soy una persona seria y ordenada”, agregó.

“Creo que les demostré más a las personas que me conocían que puedo hacer algo más que cantar urbano, sé que no era la mejor voz del programa pero podía esforzarme y hacer buenas cosas”, dijo.

El público siempre lo vio como una persona sencilla y auténtica y eso le ayudó un montón.

Siente que si antes hubiera encontrado esa madurez que le da ser un hombre casado y de familia, las cosas buenas que le están pasando ahorita le habrían ocurrido hace muchos años.

Sobre sus hijos, que tiene cuatro, cuenta que solo puede ver al mayor y a su bebito, por decisión de la mamá no puede ver a las dos chiquitas del medio.

Gonín vive un excelente momento, algo que terminó de sellar con la ansiada copa 30 que le dio la Liga el 20 de diciembre y la cual él agradeció con una pieza en honor a su amado equipo.