La expresentadora Glenda Peraza confesó que todavía sufre las secuelas de haber dado positivo a el covid-19 en diciembre anterior.
La exmodelo aseguró, a través de un video que compartió en sus redes sociales, que cinco meses después aún tiene diferentes síntomas a raíz del virus.
Recientemente Glenda visitó a doctora que le confirmó que todos los malestares que ha tenido durante estos días son producto de la afectación causada por el virus en algunos de sus órganos como los riñones.
Glenda, de 47 años, explicó que sus seguidores empezaron a escribirle que la veían muy gorda y que eso encendió las alertas de que algo no andaba bien en su salud.
“Mucha gente ha estada muy preocupada por mi salud, por la situación que venía enfrentando desde hace unos días, de hinchazón, de retención de agua. Estoy muy baja de ánimo, sin fuerzas, siento debilidad, tristeza, falta de apetito, depresión, en fin. Incluso, de todo esto ni me había dado cuenta, sino es por ustedes que me empezaron a comentar que estaba muy hinchada, que estaba muy gorda y yo a todas las cosas buenas y malas les presto atención”, dijo.
La guapa confesó que llegó a un punto que al despertar no podía ni abrir los ojos ni caminar bien por la hinchazón en su cuerpo.
En un inicio creyó que era parte de la premenopausia o porque tenía tiroides, pero que luego de una serie de exámenes que le mandó una endocrinóloga confirmaron que no era nada severo y que todos sus síntomas son consecuencia del covid-19.
Deseó la muerte
Lo más duro para la exDiva es que este virus la afectó mucho sicológicamente y aumentó el cuadro depresivo que le provocó la muerte de su madre ocho meses atrás.
Tanto así que contó que llegó a preferir la muerte antes que seguir luchando pues sentía que no iba a poder.
“Yo llegué hasta desear la muerte en todo este proceso. De verdad la parte sicológica cuando a usted le dicen que tiene covid y viene perdiendo a un ser querido amado golpea. Cuando usted lee tantas noticias negativas y cuando sabe que hoy está bien y mañana no se sabe, la parte depresiva llega a pegar muy fuerte”, mencionó.
Su esposo, Byron Garita, también confesó que él ha experimentado mucha debilidad cuando hace ejercicio y en el trabajo y que Kianny, hija de la expresentadora, también estaba con las defensas bajas por las mismas secuelas de la enfermedad.
Glenda dice que desde hace cuatro semanas se empezó a poner en tratamiento y ha tenido una gran mejoría. Ahora está haciendo ejercicio y alimentándose mejor.
Además, dijo que su deseo no era generar lástima sino alertar a las personas de que le presten atención a su salud. También comentó que en estos días van a vacunarse a Estados Unidos.
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