La periodista Ginnés Rodríguez compartió, este jueves, en medio del llanto, una situación que la llevó a ver el amor de Dios en su vida y en las de sus hijos.
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Con el fin de dar un mensaje positivo, Ginnés contó muy emocionada y llena de lágrimas que el sueño de estrenar su casa se ha atrasado, situación que la llenó de tristeza y frustración, pero agregó que la vida le demostró, una vez más, que no está sola.
“Más que contar la historia frustrante de la construcción lo que quería era contar esa otra parte, que fue lo que, en realidad, me animó a publicar esa historia. Era contar que Dios trabaja de maneras tan increíbles para recordarle a uno que lo tiene presente. Siempre me he sentido muy apoyada por Dios, pero que se lo digan a uno con un papelito en el momento en que uno está jalando mocos en un banco, haciendo una gestión y justo con esas palabras (Jeremías 29:11: Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar, a fin de darles un futuro lleno de esperanza)”.
La historia de la comunicadora ha generado gran cantidad de reacciones y que muchas personas se hayan acercado a darle su apoyo y motivación, hecho que le ha tocado el corazón.
“Ha pasado que me he sentido acompañada y es de las cosas más bonitas que le pueden pasar a uno. La gente me ha compartido sus historias que son de terror, familias, gente que les duró hasta un año o más la construcción, que les robaron, que los dejaron endeudados y yo dije ‘no, no’. La verdad es que le ayuda a uno a ponerse en perspectiva para darle fuerzas al corazón y decir ‘vamos, si esta gente ha logrado superar estas situaciones, con los suyos, se le va a poder hacer también’”, contó en una conversación con La Teja.
Ella asegura que lo ocurrido con la muchacha que le compartió el versículo bíblico, cuando estaba llorando en el banco, es parte del poder de la gente y la oración.
“Creo que ese es el poder de la gente, el poder de la oración, el poder del amor que, a veces, uno no entiende ni comprende. Pero que, de verdad, con una sola palabra, con un solo gesto te puede cambiar y a mí es lo que más me ha impactado, el cambio en una sola noche (jueves). Hoy estoy con más paz, con una perspectiva diferente de decir ‘bueno, tengo mucho que agradecer; la verdad es que estoy más cerca de un sueño, de que cómo inicié’. Hemos esperado tanto por esto que uno o dos meses más, no van a marcar la diferencia, ya va a llegar”.
A pesar de que tiene mucho tiempo sintiendo el amor y el apoyo de muchas personas, siempre se sorprende y se conmueve por lo que genera su historia, desde el jueves ha recibido miles de mensajes y hasta propuestas de ayuda profesional y espiritual.
Todavía no sabe quién es la muchacha que le dio el papelito, pero asegura que si la vuelve a ver la va a reconocer y la va a llevar siempre en su corazón.
Situaciones como esta la hacen extrañar más a Gerardo Zamora
El proceso de construcción de su casa ha sido difícil, tanto así que es una de esas situaciones que más le pesa desde que murió su esposo, el periodista Gerardo Zamora.
“En una pareja siempre hay alguien que es más ordenado y otro desordenado, alguien que lleva el control y alguien que no. Entonces, en mi caso yo soy la desordenada, yo soy la de la vida de caos; entonces cuando pronto me hablan de platas y de avances y de que yo no he hecho mi parte, yo digo ‘Gera, ¿dónde estás?’ Falta alguien a quien le hubieran podido hablar y se hubiera podido defender perfectamente, porque lleva los números al día”, mencionó.
Ahora que está más tranquila, reconoce que parte de su llanto y explosión emocional, fue porque todo se le juntó con el proceso de duelo que vive y llegó uno de esos días donde siente que no puede más.
Con respecto a la casa, asegura que ya se resignó a que esté lista en marzo, cuando Dios quiera y lo permita, pero nada, ni nadie les va a quitar ese sueño a ella y a su familia, y esta experiencia, le dejó grandes mensajes y enseñanzas que espera le hayan llegado a muchas personas más.
“Ese, principalmente, es el mensaje que quería dar, que es que cuando uno se siente más frustrado y abandonado, más cerquita está Dios de uno y lo demuestra de diferentes formas. En mi caso fue con este papelito que escribió esa muchacha, para otro, de pronto, puede ser con un atardecer, para otro será un abrazo, una llamada de la persona que menos imaginamos. La habilidad está en poder descubrir en cada uno de esos gestos, en esas señales, el amor de Dios”, concluyó.