Jeremy Solís y Gustavo Marín fueron los grandes ganadores de la sexta temporada de Nace una estrella y ambos ya definieron muy bien qué harán con el dinero que obtuvieron al obtener el primer lugar.
El sancarleño, de 13 años, tiene muy claro que su vida la quiere seguir dedicando a la música y por eso ya está pensando en grande.
El ganador de la categoría infantil dijo en el programa Buen día que lo primero que quiere hacer con los 7,500 dólares es comprarse un buen equipo para empezar a cantar en eventos privados.
“He pensado muchas cosas, pero principalmente lo que quiero tener es un buen equipo de sonido para hacer mis propios eventos y seguir en este camino que me ha gustado mucho, ese es como mi objetivo principal”, señaló el jovencito.
En el programa también estuvo Gustavo, quien recalcó que parte de los 15 mil dólares (casi 8 millones de colones) los quiere invertir en su nueva casita.
El joven desamparadeño, de 21 años, es padre de una niña de 1 año y vive con su pareja, y uno de sus deseos es construirle un cuarto a su bebé.
“Tengo muchos planes con el dinero, pero uno de esos es que yo tengo una hija de año y medio y teníamos el proyecto de una casa y me faltaba una plata y ya por lo menos con eso respiro. Igual también tengo pensado comprarme un buen sonidito para los eventos”, mencionó.
Gustavo trabajaba como mensajero antes de entrar a Nace una estrella y además se dedicaba a cantar rezos del Niño, en entierros en la iglesia, a hacer serentas y demás, y ahora quiere enfocarse más a hacer presentaciones privadas.
Otro de los grandes sueños que espera cumplir muy pronto es grabar su primera canción original, la cual contó ya la tiene lista.
Otro sueño que tenía ya lo cumplió justamente este lunes por la mañana, pues según le dijo al presentador Randall Salazar, siempre había querido estar en Buen día y hasta ahora se le hizo, ya que una vez lo invitaron y no pudo llegar.
Agradecido por el apoyo
Por otra parte, el jovencito de Venecia de San Carlos publicó en sus redes sociales después de terminado el programa, que estaba muy agradecido con su familia, quien lo apoyó durante todos estos meses y por creer en él y su talento.
Para poder estar en la competencia Jeremy abandonó su casa y se tuvo que hospedar en el hotel que les facilitó la producción, por lo que ahora le tocará volver a su casa, pero no llegará con las manos vacías.
“Gracias, Dios, me dejaste soñar, me dejaste volar y ahora me dejaste aterrizar con mucho aprendizaje y experiencias. Gracias a todos. Gracias a cada una de las personas que formó esta gran experiencia, la experiencia que me hizo entender que soñar es para todos. Esto es para ustedes”, publicó con a una imagen en la que sale junto a su familia y el trofeo de campeón.