Con una vida social más activa, solicitada por gente que ni sabía que existía y con la mente puesta en reunirse con sus cinco nietos, así está doña Inés Trejos.
Un mes ha pasado desde que la periodista, vecina de Escazú, se hizo popular --como ella misma dice--, tras llevarse el premio de ¢30 millones tras su participación en ¿Quién quiere ser millonario?
Eso sí, también ha salido más de un vivazo que sin ser su amigo, se acerca, seguramente con la fe de que algo de esa platita llegue a sus manos.
Sin embargo, doña Inés, de 89 años, sabe que la prioridad es ver de nuevo a sus nietos y por eso, el próximo año, luego de votar por José María Figueres, partirá a hacer su sueño realidad.
-¿Cómo ha sido este mes después de ganar el gran premio de ¿Quién quiere ser millonario?
Muy bueno, he estado ocupadísima, la gente ha sido bastante buena, pero hay alguna que uno no sabe ni quién es ni para dónde viene ni para dónde van, que de pronto son amiguísimos, viera usted. Le cuento también que me mandaron una copia de un periódico de Israel donde salió que gané.
-¿Hubo alguien que le sorprendió que la llamara?
Mucha gente que no conocía y de pronto cree que uno es cercana a ellos.
-¿Por qué ha estado tan ocupada?
Me han llamado de varias universidades para que dé charlas, seguro los jovencitos piensan que qué pereza, pero si uno en algo les puede ayudar, bienvenido sea. También he estado en conversatorios con la gente de AGECO (Asociación Gerontológica Costarricense).
Mi mensaje es que la gente se prepare y lea todo lo que pueda, no solo se aprende, uno se entretiene tanto. Yo siempre ando con un libro en la cartera porque si tengo que salir a un banco me pongo a leer, en lugar de estar viendo pa’l ciprés.
-¿Ha seguido atenta al programa?
Por supuesto, es que a mí siempre me ha gustado mucho ese programa porque es muy agradable e instructivo. Siempre es interesante también ver la reacción de las personas ante las preguntas de Ignacio (Santos).
-¿Se siente abanderada de las personas mayores al demostrar que el quiere puede?
Sí, yo creo que los años son solo números, hay que hacerse el loco, hay que disfrutar de las cosas buenas y las que no olvidarse de ellas.
-¿Cómo va el plan de reunirse con los nietos?
Si Dios quiere está ese viaje, pero primero hay que votar. Yo no me voy de aquí sin haber ejercido ese derecho.
-¿Ya tiene decidido por quién?
Siempre he sido liberacionista y así seguiré, creo que José María Figueres es una persona muy preparada y todo lo que aprendió de su padre, que era una persona extraordinaria, creo que eso le ayuda mucho.
-Usted llegó a compartir mucho con el papá...
Por supuesto, muy de cerca porque él era amigo de mi esposo y nos invitaba a nosotros a la casa, por cierto tengo una foto tan linda cuando me dieron el Premio Nacional de Periodismo Cultural, como en 1961, don Pepe y Karen Olsen organizaron una cena para los ganadores.
-Retomando lo del viaje, ¿cuál es el plan?
La idea es pasar recogiendo a mis dos nietas que viven en Estados Unidos y nos iríamos a Inglaterra, a Londres, donde vive mi otro nieto y ahí llegarían las otras dos nietas que viven en Tailandia. Ya estando allá ponemos en ejecución el viaje que tenemos organizado.
-¿Cuánto tiene de no verlas?
A mi nieto lo vi ahora que vino y le cogió la peste (la pandemia) aquí y las de Tailandia hace seis años no las veo, a las de Estados Unidos las vi el año pasado.
-¿Qué piensa que hace falta para que alguien pueda llevarse de nuevo los ¢30 millones?
No lo sé porque yo cuando me di cuenta ya estaba en la final, pero por dicha hizo gracia que una señora como yo ganara.