Un grupo de 24 futbolistas venezolanas, incluida la estelar goleadora Deyna Castellanos, acusaron este martes de abuso sexual a su antiguo seleccionador en categorías menores, el panameño Kenneth Zseremeta.
“El año pasado (2020), una de nuestras compañeras nos confesó que había sido abusada sexualmente desde los 14 años (2014) por el entrenador”, indicó Castellanos, jugadora del Atlético de Madrid, sin revelar la identidad de la víctima, en un comunicado publicado en redes sociales.
“A raíz de esta confesión, diferentes compañeras han expresado experiencias de acosos, tanto telefónico, como preguntas e invitaciones indebidas, sobornos para mantenerlas dentro de la selección, regalos fuera de contexto, masajes y diferentes situaciones que definitivamente no eran normales y que nosotros no entendíamos”, añade la delantera, nominada en 2017 como Jugadora del Año en los premios The Best de la FIFA.
Bajo el mando de Zseremeta, quien dirigió distintas categorías de la Vinotinto femenina entre 2008 y 2017, Venezuela ganó dos veces el Campeonato Sudamericano sub-17 y clasificó tres veces al Mundial de la categoría: Trinidad y Tobago-2010, Costa Rica-2013 y Jordania-2016, alcanzando en las últimas dos ediciones las semifinales.
“Hemos decidido romper el silencio para evitar que las situaciones de abuso y acoso, físico, sicológico y sexual ocasionadas por el entrenador de fútbol Kenneth Zseremeta sumen más víctimas en el fútbol femenino y en el mundo.
“Las insinuaciones sexuales eran temas del día a día al igual que los comentarios hacia el atractivo físico de muchas de nuestras jugadoras”, dijo la jugadora.
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Las 24 hicieron hincapié en que, “aunque suene a locura”, para ellas era “normal” que su entrenador “opinara, comentara y nos preguntara sobre nuestra sexualidad e intimidad, aun siendo menores de edad”.
“Muchas de esas situaciones eran apoyadas por algunos miembros del cuerpo técnico. Hoy entendemos que esas acciones tenían el fin de manipularnos y hacernos sentir culpables. Las jugadoras de la comunidad LGBTI eran constantemente cuestionadas por su orientación sexual y el acoso hacia las jugadoras heterosexuales era constante”, subrayan.
Las jóvenes futbolistas aseguraron que su compañera, abusada es “una sobreviviente a un monstruo que no solamente la abusaba a ella a nivel sexual”.
“Emocionalmente vivía en un constante asedio en el que ella prefería no ser convocada más y Zseremeta visitaba la casa de los padres para manipularlos, aprovechándose de las necesidades económicas de ella y su familia”, aseguran.
Después de salir de Venezuela, el técnico trabajó en República Dominicana y en su natal Panamá y ahora piden que no “siga haciendo vida dentro del fútbol femenino”.