La vida del actor mexicano Ferdinando Valencia, y de su pareja, la costarricense Brenda Kellerman, cambió radicalmente el año pasado.
Lo anterior debido a que uno de sus hijos falleció a raíz de diversas enfermedades detonadas por una meningitis bacteriana contraída en el hospital en el que nació. Según el actor, su hijo falleció por culpa de una cadena de errores médicos.
Valencia, quien actualmente participa en la novela “La Mexicana y el Güero”, se sinceró sobre el calvario que ha vivido desde que Dante falleció en agosto de 2019 con tan solo tres meses de vida.
Hidrocefalia, insuficiencia renal y cardiaca, problemas pulmonares, entre otras enfermedades, fueron detectadas en el cuerpo de su hijo y que, según el actor de 38 años, fueron provocados por el mal cuidado que los doctores le dieron desde su nacimiento.
“¡Fue indignante! Pensábamos que el diagnóstico iba a ser algo estomacal, pero ahí nos dijeron que el niño tenía meningitis bacteriana, misma que adquirió ahí (en la unidad de cuidados intensivos), ¡pero nadie se dio cuenta y así lo dieron de alta!. ‘No tenemos el equipo para curarlo’, nos comentaron”, declaró Ferdinando Valencia a la revista TV Notas.
El actor recordó que a Dante lo llevaron a dicha unidad por prescripción médica y a pesar de que no lo necesitaba, pero todo se complicó cuando los especialistas le suministraron algunos medicamentos que solo aminoraron los daños de la bacteria, no la eliminaron.
“Le pusieron el tratamiento y al quinto día nos dijeron que ya no había meningitis bacteriana, lo dieron de alta... pero no contábamos con que cometerían otro error porque el medicamento que le suministraron sólo atacaba a la bacteria, no la mataba, por lo que se equivocaron en el diagnóstico, ya que la bacteria estaba noqueada, pero no se eliminó. No le mataron la meningitis bacteriana, y para ese momento ya llevaba más de un mes en su cuerpo”, destacó.
La salud de Dante se deterioró más al regresar a su casa, por lo que sus padres lo llevaron a otro hospital, donde le aplicaron mal los medicamentos y comenzó a presentar convulsiones.
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Dante recibió el último golpe a su salud cuando en un hospital de Guadalajara continuaron con el tratamiento erróneo que provocó que le amputaran una pierna, hasta que falleció.