Luis Jákamo, músico y productor tiene más vidas que un gato.
El que fuera integrante de la agrupación Manantial se llevó un gran susto la madrugada de este 8 de febrero y volvió a escapársele a la muerte, como lo hizo ya 23 años atrás.
Jákamo había visto a la pelona desde bien cerquita hace más de dos décadas cuando sufrió un aparatoso accidente automovilístico en Cahuita, Limón.
El músico chocó contra una palmera el 5 de octubre de 1993 y como consecuencia del bombazo quedó con varios huesos quebrados y su recuperación para volver a caminar tardó un año.
Para dicha del caribeño, en esta oportunidad solo fue su carro el que quedó como jarro de loco.
"Venía como a la 1:30 de la madrugada por el monumento del Agua (carretera de Circunvalación) cuando veo como a veinte metros que venía volando como una bolsa plástica negra, eso fue lo que pensé de primero que era, más que estaba tan ventoso. Pero no, era una bolsa era una llanta de otro carro que se había zafado", contó.
La llanta pegó del lado del acompañante del carro del artista nacional.
"El carro está en el taller, hay que esperar avalúos y esas cosas, pero el otro carro está asegurado, así que todo está en orden porque el otro carro cubre todo. Solo queda esperar que reparen el mío", mencionó.
Para reflexionar
Después del accidente que tuvo en Limón Luis cambió su estilo de vida, dejó todos los vicios y se conectó más con la espiritualidad. Ahora asegura que este nuevo gran susto lo lleva a orar y a reflexionar mucho más de lo que a diario lo hace.
"Yo venía sentado en mi carro tranquilo y uno reflexiona que esto perfectamente pudo apagar mi vida en un segundo, ¡pum! y nos quedamos sin el negrito", expresó.
Jákamo asegura que Dios tiene un momento para todo, así que él aprendió desde el accidente en Cahuita que se tiene que vivir tranquilo, disfrutar el momento y no hacerle daño a nadie.
"Estas cosas me dan fortaleza. Me hacen sentir que he aprendido algo de la vida", afirmó.
Así que Jákamo dijo que seguirá sacándole el jugo a la vida hasta el último momento.