Es casi una costumbre criolla que la final de Miss Costa Rica levante polvo, roncha, o como quiera decirle.
Y este año es igual. Ya hay ganadora, Ivonne Cerdas Cascante, lo que dejó gente contenta y otra no mucho. Entre las más felices está la propia Ivonne, que la pulseó de nuevo y se le hizo. La tercera es la vencida.
Cuando se conoció el resultado, el miércoles en la noche. empezó el baldazo de críticas y el ir y venir de indirectas en las redes sociales. Hubo más filazos que en un duelo de espadachines.
Quienes no se aguantaron las ganas de publicar algo en sus cuentas de Instagram fueron Adriana Moya y Treicy Herrera, que renunciaron al concurso una semana antes de la final porque les olió que ha había algo cocinado.
Aunque entonces ninguna quiso soltar la sopa --como dicen ahora-- por el supuesto favoritismo de la organización hacia Ivonne, una vez terminado el concurso tiraron una que otra pedrada, eso sí, con estilo. Antes muertas que sencillas.
“Si algo tengo es intuición”, escribió Adriana Moya; Treicy puso una imagen que decía “Yo aguantándome un comentario para evitar problemas”.
Como en La Teja no nos andamos por las ramas, buscamos a las dos para ver que tenían para decir. Adriana, quien figuraba como favorita, no se quedó callada.
“Ivonne es una mujer bellísima, no hay duda de que nos puede dejar en alto. Mi crítica no va hacia Ivonne sino al hecho de que jueguen (la organización) con el sueño, el tiempo y la imagen del resto de chicas”.
Adriana cuenta que en las últimas semanas del concurso vio la luz: “mi trabajo no iba a ser valorado”. Por eso mejor se hizo a un lado.
“Las otras dos chicas del top 3 (Valeria Rees y Jennifer Barrantes) tuvieron más evolución que cualquier otra de ellas (las otras ocho finalistas), sus respuestas fueron seguras e inteligentes. Simplemente me parece injusto que lleven ocho meses trabajando para algo que no se valora”, recalcó.
Le consultamos si se refería a eso que llamamos argolla, pero prefirió no entrar en detalles.
“En mi corazón sabía que no importaba el esfuerzo que el resto hiciéramos. Intuición por saber que se hiciera lo que se hiciera, conmigo o sin mí, el resultado hubiera sido el mismo. Pero, repito, contra Ivonne no tengo nada, no es culpa de ella, físicamente es un mujerón, ojalá entre al top en Miss Universo”, agregó.
Adriana no está segura de si volverá a inscribirse en Miss Costa Rica porque --afirma-- una corona no la define como reina.
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“Los hechos hablan”
La herediana Treicy Herrera prefirió no echar más leña al fuego, pero dejó ver que para ella la decisión final del jurado no fue la mejor.
“Considero que Costa Rica tiene gran cantidad de mujeres increíblemente inteligentes y con grandes aportes sociales que no están siendo escuchadas ni tomadas en cuenta”, dijo.
“Hay muchas cosas que no hace falta decir... hablan solas, como la noche de ayer (miércoles), por ejemplo”, agregó.
Al buen entendedor...
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Premio a la constancia
Intentamos conversar con la nueva reina, pero al cierre de edición Ivonne no había respondido las preguntas enviadas al correo de la organización.
En su cuenta de Instagram hizo una publicación luego de ser coronada. Agradeció a quienes la apoyaron, pero también sacó las uñas y mandó algunos tiros.
“A todas las personas que decidieron que era necesario mentir, agrandar, tergiversar, levantar supuestos, embarrarme el nombre o hacer intrigas para justificarse, vengarse, venderse, ganar clicks, likes, comments, follows, les doy también las gracias. Ustedes me enseñaron lo fuerte que puedo ser y que mientras yo sea honesta conmigo misma y fiel a mi esencia, las palabras no me pueden dañar”, escribió.
Esta fue la tercera ocasión en que la ingeniera informática oriunda de Hatillo se inscribió en este certamen. Para muchos su triunfo es un premio a la perseverancia y una muestra de que todo esfuerzo tiene su recompensa.
“A veces me parece que fuera ayer. El 13 de abril del 2012 sentía unos nervios muy similares a los que siento hoy. El 7 de agosto del 2015 ya me sentía toda una veterana (la ironía). Los nervios siguen siendo los mismos. Hoy culmina más que un concurso, una etapa de mi vida para mí. El Miss Costa Rica me ha visto crecer, llorar, perder, aprender y sacudirme las enaguas. Me ha visto nerviosa, ilusionada, vulnerable, empoderada”, puso la nueva reina.