Luego de la participación de Josué Sandoval en el programa ¿Quién quiere ser millonario?, de canal 7, muchos se han preguntado si compartirá el premio con su prima, Kimberly Peraza, a quien él le sirvió de comodín cuando ella participó en el espacio y más bien la embarcó
“¡Ay, Josué!”, “¿Qué hiciste Josué?”, dijo ella cuando vio que lo perdió todo después de seguir la recomendación de su primillo.
El desamparadeño, que solo logró llevarse ¢500 mil, aunque pudo jalar con ¢2 millones, comentó que en sus planes no está compartir la platica con su prima porque prefiere arreglar otra torta que se jaló despuesito de Semana Santa.
Josué contó que recientemente, con mucho esfuerzo, se compró su primer carrito y que una noche luego de salir de su trabajo, en la Cervecería de Costa Rica, se quedó dormido y chocó.
Para arreglar esta torta tuvo que gastar plata que hasta no tenía, por lo que este premio le servirá para ayudarse con eso.
“Después del choque financieramente quedé muy apretado porque se me fue mucho dinero y para colmo tenía dos meses de haberlo comprado con mis ahorros, por lo que si me sobra algo apenas puedo ir a pasear a algún lado que quede cerca”, dijo.
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El participante confesó que al final los nervios lo mataron y que por eso tuvo que usar los comodines en preguntas que él sabía la respuesta, pero debido a la presión dudó de su conocimiento.
“Claro, no le voy a negar que me hubiera gustado llevarme más plata, pero al final estuvo bonita la experiencia y eso es lo que vale más”, mencionó.
El joven, de 27 años, contó que luego de que su prima lo hiciera famoso en el programa hay gente que todavía lo reconoce en la calle y que una vez hasta le regalaron un churro en un restaurante porque a la vendedora le pareció una injusticia que la prima le echara la culpa de perder el juego, pues él le advirtió que no estaba seguro de su respuesta.
Peli de Maikol Yordan lo bloqueó
Don Luis Gerardo Mora fue el otro que probó suerte en el programa la noche de este martes y al final logró llevarse 2 millones de colones, pues decidió que era mejor retirarse antes de contestar mal al no tener más comodines a su favor.
A él le preguntaron sobre el nombre de la actriz que protagoniza la cinta nacional “Violeta al fin” y no se la sabía.
El cartaginés contó que siempre ha apoyado el cine nacional, pero que cuando vio “Maikol Yordan: La cura lejana”, de la Media Docena, salió llorando del cine pues la historia le recordó lo que él está viviendo con su hijo Luis Arturo, de 18 años, a quien desea encontrarle una cura por un problema de visión que tiene.
“Él tiene un problema en la vista (retinosis pigmentaria) y está en fase tres y queremos encontrar una cura para que no llegue a la ceguera total, por lo que participar en el programa era parte de eso, ahorrar un poquito para que cuando llegue la operación”, dijo.
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Luis Gerardo contó que debido a su deseo de que su hijo mejore su vista viajó hace unos años a China y que ha hecho de todo lo que tiene a su alcance para que su único hijo no pierda la visión.
“Maikol Yordan se va por el mundo a buscar una cura y yo hice lo mismo para mi hijo, pero yo no la conseguí. Yo fui hasta una clínica en China para buscar la solución a su ceguera y me dijeron que por el problema renal que él tenía no me lo podían atender. Además costaba cerca de 30 mil dólares (unos 18 millones de colones) el tratamiento. Desde esa vez quedé tan traumatizado que no quise volver a ver cine costarricense”, explicó.
El administrador de empresas mencionó que ir a participar al programa fue una experiencia que le gustó mucho y que lo más bonito fue que su esposa, Isabel Vargas, y su hijo, Luis Arturo, lo acompañaron. Él estaba sentado detrás de cámaras apoyándolo.