“-¡Deme una de 5 por 50!” (1250 colones).
-“¿De qué?”
- “De suadero y de longaniza”.
-”¡Sale!”
La Teja está una vez más en México y esta vez, superamos el capítulo del Día de los Muertos y de la paseadota que nos dimos por Guadalajara y Puerto Vallarta para vivir una nueva aventura en territorio azteca como lo es la cobertura de la edición número 73 del Miss Universo, que si bien todavía no calienta, los tacos sí.
Pisamos suelo mexicano la mañana de este lunes y desde que uno se enrumba por las calles de este gigantezco país, lo común es encontrarse un montón de tránsito y en cada esquina un puestico de tacos, que le hacen la boca agua a cualquiera. Es un olor que cuesta explicar.
No voy a mentir, más allá de la experiencia de darle cobertura a un evento tan reconocido a nivel mundial y compartir toda la información con nuestra familia de La Teja, me ilusionaba venir a suelo azteca por primera vez para comer taquitos de todas las formas y sabores posibles.
Lo primero que hice al llegar cerca de las 10 de la mañana al aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México fue buscar qué comer y aunque las opciones era variadas con diferentes comidas, dos taquitos de pastor y tres de bistec fueron los escogidos para iniciar esta aventura gastronómica.
Allí, mientras los degustaba, llegó doña Marianela, una venezolana radicada en México desde hace varios años para anunciarme que en cualquier momento llegaría el transporte que nos llevaría al hotel.
En medio de la comilona, comenzamos a conversar y como buena chama, me contó que ella sí está muy pendiente del Miss Universo, aunque ha notado que el ambiente en el país anfitrión todavía está medio frío, algo que con las horas comprobé.
“He visto comerciales en la televisión, pero nada más. No es como en mi país que cuando es el Miss Universo la gente no trabaja por verlo, es una fiesta”, afirmó.
Ratito después llegó Juan, el conductor de la microbús, con quien rapidito hice buena química. Empezamos a hablar de fútbol (le va a Cruz Azul) y en dos toques nos hicimos buenos compas, al punto que cuando me despedí de él, al llegar al hotel, me dijo que le había caído muy bien y que lo sorprendí porque la mayoría de personas que transporta no son hablantines como yo. Bien ganado el tequila que me regaló.
Juan dijo que no sabía mucho del Miss Universo, pero que espera que su representante, Fernanda Beltrán, dé la pelea.
Esa respuesta fue la que nos dieron varias personas a las que les consultamos, desde la muchacha que nos permitió ingresar al país en Migración, así como la persona que nos cambió dólares por pesos y algunas otras que nos topamos en el camino. Que por cierto, debo decirlo, ¡qué buena nota que es el mexicano! Los de a pie, no los que salen en tele peleándose por fútbol.
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Una vez instalados en el hotel, pregunté por lugares recomendables para ir a comer buenos tacos y me sorprendió que en lo primero que piensan es en los puesticos de la esquina. Ninguno pudo decirme un restaurante que los dejara en alto, pero sí, “el puestico que está de tercero saliendo a la izquierda del hotel”.
Cabe destacar que muchas personas cercanas que ya han venido a México anteriormente, lo primero que me dijeron fue que no comiera en esos lugares, quizá porque nuestro estómago no está tan acostumbrado a la comida callejera y por ser el primer día hice caso. Aunque creo que no seré tan obendiente los días siguientes.
Apenas inicia
En las últimas horas del día aproveché para darme una vuelta por una “plaza” que es como le llaman al centro comercial acá y de paso ir al cine y comparar un poco lo que se ve en nuestro país con lo que se ve en México.
Entre lo que me llamó más atención fue el sabor de algunas palomitas, pues encontré las tradicionales de caramelo, de mantequilla, pero también de Doritos, de Cheetos, entre otros.
Una silla de masajes de las que también hay en Costa Rica me dejó más que relajado, no solo por la sacudida que me pegó sino también porque solo pagué 13 pesos ( unos 326 colones) por cerca de ocho minutos de meneos.
Este martes debo madrugar para ir por la acreditación que me permitirá cubrir el evento del próximo sábado y aprovecharé para conocer más del país y por supuesto, para mandarme unos buenos, sabrosos y calientes tacos.
Estén atentos porque la aventura apenas comienza.