El amor hacia los animalitos, especialmente a los perros, hizo que la exmiss Costa Rica Elena Correa llegara a tener en algún momento hasta 25 peluditos en su casa.
La guapa es parte del especial de mascotas que les presentaremos durante toda esta semana y en el cual figuras conocidas del medio del espectáculo nos cuentan algunas vivencias, congojas y hasta pachos que han pasado con los consentidos de la casa.
Correa y su esposo, Carlos Rodríguez, son “padres” de cuatro perros, dos de ellos los compraron y otros dos los rescataron, esta última práctica le cambió la manera de pensar a Correa desde que la descubrió, al punto que nunca más pagará por tener un animal.
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–¿Cuántos perros tiene?
Ahorita tengo cuatro perros, dos pomeranios ( Mickey y Motita) que los compré hace varios años y dos rescatados, una french poodle (Mía) y una stanford (Tuca).
–¿Cómo los rescató?
La french era un poco escandalosa y la familia que la tenía no la quería. Me informaron que si nadie la recibía, la iban a botar a la calle y eso no lo podía permitir. Al principio la idea era conseguirle un hogar, pero luego me la dejé. Después adopté una que se llamaba Lucy, la cual encontré muy mal en la calle y aunque fue toda una luchadora, no pudo salir adelante, duró como siete u ocho meses. Tenía artritis, un problema en la tiroides y se le volteó el estómago, le dio de todo. Luego decidí adoptar a Tuca a la que también sus anteriores dueños le buscaban hogar.
–¿Cuáles son los que llevan más tiempo con usted?
Mickey y Motita, los que son comprados, los tengo hace seis años y lo hice porque en ese momento yo no era muy consciente de que había muchos perritos en la calle que necesitaban un hogar.
–¿Los pomeranios tienen algún cuidado especial?
En realidad es bastante fácil, los mando a bañar cada quince días, una chica me los deja impecables porque por el pelito no puede ser cualquiera, yo ni lo intento porque hay que hacerles un tipo de blower para que queden esponjosos y lacios. Por suerte no se enferman mucho, pero sí son muy chineados, les encantan los juguetes y las galletas para perros, eso los vuelve locos.
–¿Qué significan estas mascotas en su vida?
Los perritos son parte de mi familia, si yo viajo paso preguntando por ellos, los tengo muy vigilados, no es como si fuera un hijo, pero parece que lo fueran porque uno pasa muy preocupada de que estén bien y se deben cuidar como si fueran chiquitos, de hecho yo siempre digo que si una persona quiere tener un perro debe tener en la mente que es una gran responsabilidad porque hasta tiempo hay que dedicarles, porque ellos quieren jugar, que los saquen, que les den premios.
–¿Solamente tiene perros?
Sí, por ahora solo perritos.
–¿Quién les pone los nombres?
Los primeros dos se los puso Carlos y los otros dos ya tenían nombre.
–¿Se ponen celosos?
Sí, pero entre ellos, tengo un problema porque la pomerania y la french no se llevan para nada, al principio eran amigas pero algo pasó y ahora no se pueden ni ver, no soportan que yo toque a una y no a la otra. El veterinario dice que es porque son perritas y ellas quieren ser las que mandan y el centro de atracción. De hecho me toca tenerlas separadas porque la stanford también es muy celosa.
–¿Le ha pasado alguna anécdota vacilona con ellos?
Con el perrito, hace como quince días. Estaba grabando un video de Instagram y apareció Motita y la empecé a tocar y después vino Mickey y lo corrí un poco y se enojó, por lo que me orinó en media grabación. Fue un ataque de celos, ya eso me la ha hecho varias veces que cuando no lo toco cuando quiere, me orina.
–¿Desde cuándo es tan amante y defensora de los animales?
Desde que estoy pequeña, junto con mi hermana, ya que las dos andábamos rescatando todos los perros que nos encontrábamos. De hecho una vez llegamos a tener 25 perros en la casa, me acuerdo que mi mamá cansaba y decía que ya no quería más, por dicha teníamos espacio y siempre andábamos rodeadas de perros, por eso yo juraba que iba a ser veterinaria.
–¿Piensa tener más o así está bien?
Yo creo que me quedo así, pero uno nunca sabe y si aparece un caso lindo creo que tendría que ceder, pero lo pienso más que todo por la atención que cada uno requiere.
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–¿Prefiere adoptar o comprar?
Adoptar.
–¿Cuánto es lo más que pagaría por un perrito?
Ahorita no lo haría, desde que descubrí lo de rescatar cambió mi manera de pensar
–¿Qué mensaje le manda a la gente que no les da el cariño y el cuidado a los animalitos?
Que ellos son muy agradecidos y la recompensa que uno obtiene por tenerlos es invaluable, porque ese cariño que ellos dan, nadie lo ofrece, son incondicionales y muy amorosos. Para mí rescatar es de las cosas más lindas que he hecho, ver los cambios que van teniendo es algo muy lindo, entonces si van a tener un animal que lo traten como a un miembro más de la familia porque la recompensa llega por sí sola.