Farándula

Elena Correa habla por primera vez del duro momento que vivió y que la alejó del ojo público

Elena Correa tuvo un durísimo 2024 porque murió su papito, le robaron a su perro y asaltaron su casa; pero lejos de su vida pública sufrió con otra cosa de la que habló hasta ahora

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Elena Correa, modelo, cantante y exmiss Costa Rica.
Elena Correa abrió su corazón para mostrar su lado más vulnerable y que vivió en el 2024 sin que casi nadie lo supiera. Fotografía: Cortesía Elena Correa. (Cortesía Elena Correa/Cortesía)

Elena Correa se despojó de sus “caretas” como cantante, modelo y miss Costa Rica 2017, para mostrar su lado más vulnerable al hablar, por primera vez, de un dificilísimo momento que vivió el año pasado a las sombras del ojo público.

Correa, de 34 años, tuvo un 2024 bastante duro porque el 27 de julio, en Colombia, murió su papito don Gustavo Correa; a esa partida se sumó que, a las pocas semanas, le robaron a su perrito Mickey en los alrededores de su casa, y en noviembre asaltaron su chozón de San Rafael de Heredia.

Pero hubo otra dificultad que la guapa exreina de belleza enfrentó el año pasado y que hasta inicios de esta semana la reveló en un discreto TikTok que hizo.

“Si Dios no existe, entonces quién me salvó de que la depresión ganara y me permitió llegar al 2025 sintiéndome más fuerte y feliz que nunca”, confesó Elena en esa publicación en redes.

La Teja contactó a Elena para conversar respecto a esa revelación que, según nos explicó, sufrió prácticamente en el último trimestre del año influenciado, por supuesto, por el fallecimiento de su papá y el robo de Mickey, quien fue refugio en su luto.

“El golpe más duro que tuve el año pasado fue la muerte de mi papá, eso todo el mundo lo supo. Cuando pasó lo de papi tuve que ser la fuerte en mi hogar porque soy la hermana mayor y me tuve que encargar de todo y no me dio chance de sentir lo que estaba pasando. Luego pasó lo del perrito Mickey que desapareció y al día de hoy no tenemos rastro y todo eso venía calando, hasta que no pude más”, afirmó Elena.

Narró que el sentimiento de una profunda tristeza la embargó y cosas que antes hacía con ilusión ya no la motivaban o hasta las dejó de hacer.

“No tenía ganas de levantarme, de hacer cosas. En ocasiones quería quedarme llorando en el cuarto, encerrada, dejar de comer y aunque trataba de enfocar mi energía en otras cosas no fue fácil. Me sentía deprimida”, relató.

Con esos vaivenes emocionales vivió los últimos tres meses del año pasado prácticamente sin que nadie lo supiera, porque dijo, no tenía ánimos para enfrentar en público ese momento.

“Fueron tres meses. Lo que pasa conmigo es que cuando tengo algo, trato, dentro de lo que pueda, de que la gente no se entere, de asimilarlo yo, pero sí fue bastante tiempo”, adujo.

03/08/24 San José, San Bosco, Iglesia de San Juan Bosco, Funeral del papá de Elena Correa. Jorge Navarro para La Teja
Elena Correa cargó las cenizas de su papito el 3 de agosto en la misa del último adiós del señor. Fotografía: Jorge Navarro para LT. (Jorge Navarro para La Nacion )

En medio de ese proceso, Elena hizo su primer show en vivo como cantante ante más de 300 personas, en octubre del año pasado. La presentación fue como una catarsis para ella, pues tomó fuerzas inspirada por lo que le habría dicho su papito al verla subida en un escenario.

“Cantar en ese show me hizo sentir muy bien y trato de mantener mi mente ocupada y me he convencido a mí misma de que mi papá quisiera que yo estuviera feliz y conquistando mis sueños y mis anhelos, y en eso pienso cuando me empiezo a sentir triste”, aseguró.

Para salir de donde estaba, en esta oportunidad no recurrió a psicólogos ni a nada por el estilo. Esas terapias ya las había probado en el pasado porque no es la primera vez que pasa por una depresión.

En esta oportunidad, Elena contó que echó mano de lo que, dicen, es el mejor remedio del mundo ante cualquier dificultad: Dios.

“Me acerqué más a las cosas de Dios y eso me ha llenado. Leo la Biblia todos los días, oro todos los días, paso viendo videos relacionados con cosas de Dios, voy a los cultos y todo eso me ha dado este soporte con el que me siento ahora y es lo que recomiendo a cualquier persona que esté pasando por algo así: acérquese a Dios”, sugirió.

Elena Correa, modelo y cantante costarricense.
Mickey fue el perrito que le robaron a Elena Correa y que sigue desaparecido. Fotografía: Cortesía Elena Correa. (Cortesía)

Elena no recuerda la primera vez que pasó por un proceso de depresión, pero sí contó que una ocasión se sintió tan mal que se cuestionó el sentido de seguir en este mundo.

“En el pasado, hace muchos años, sí, sí tuve ideas de que no valía la pena vivir porque como todo ser humano uno tiene muchos problemas, preocupaciones y angustias, pero por algún motivo sé que tengo un angelito que me rescata y desde mi mente o desde afuera llega una persona que me da aliento, porque uno tiene muchas cosas para darle gracias a Dios. Todos hemos pasado por situaciones complicadas”, agregó.

Elena aseguró que esos días grises ya volvieron a brillar y con el recuerdo de su papá en el fondo de su corazón le está poniendo con todo este año a su carrera musical, que la tiene muy concentrada en un ambicioso proyecto que pronto contará.

También le insistió a la gente que las redes sociales no muestran la realidad de las cosas porque, al final, la procesión de todo el mundo va por dentro.

Elena Correa, modelo, cantante y exmiss Costa Rica.
Elena Correa hace unos años junto a sus papitos doña Mercedes y don Gustavo. Fotografía: Cortesía Elena Correa. (Cortesía Elena Correa/Cortesía)
Manuel Herrera

Manuel Herrera

Periodista de farándula en La Teja. Trabajó en La Nación del 2012 y 2020 como periodista digital y redactor de la Mesa de Entretenimiento, donde escribió para Viva, Revista Dominical y Teleguía. Bachiller en Periodismo por la Universidad Latina de Costa Rica. Además, posee estudios en Diseño publicitario. Se dedica a la comunicación desde el 2008

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