“Estoy con una persona con la que nunca he sido feliz, porque han habido múltiples infidelidades y problemas. Él siempre se va con otras mujeres y cuando le va mal regresa. Yo lucho por lo nuestro y quiero que entienda que no necesita a otras mujeres, que se puede quedar solo conmigo, pero a él no le interesa. Lo recibo porque me comprometí con Dios a luchar por él y mi matrimonio”.
1. Respeto profundamente su fe y los principios espirituales que la mueven, pero me permito cuestionarla, ya que usted habla de sufrimiento, rupturas múltiples y de que él la sustituye sin mayor reparo y retorna cuando le va mal. Este es un ciclo que la mantiene cargada de dolor, por lo que me pregunto si efectivamente su fe justifica todo esto.
2. Como psicólogo, le recomiendo buscar terapia porque cuando se está sujeto a una estructura que causa dolor y le genera inestabilidad a usted y al núcleo familiar, no solo se crea un ambiente complicado, sino que nacen tiene lesiones emocionales que le impiden sentirse plena, feliz y realizada. Creo que usted debe trabajar a nivel terapéutico.
3. El dolor, el sufrimiento, el soportar, aguantar, callar y rogar, no están asociados al amor. Creo que tampoco puede asociar estos conceptos como un sacrificio desde la fe porque cuando algo no es sano crea un ciclo constante de problemas que afectan su dignidad. Va por mal camino y me permito decirle, que una fe madura no podría estar en contra de la dignidad.
4. Es momento de que asuma su realidad, busque un buen director espiritual y también haga terapia porque la fe muchas veces expone a la gente a un esquema de convivencia donde existe una espiral de violencia a muchos niveles. No es sano que usted se permita seguir bajo esta perspectiva. Creo que debe buscar un psicólogo que la puedo orientar.