El locutor Jaime Bagnarello, más conocido como “El Bambino”, se prepara para vivir el reto de pasar más de 96 horas metido en una cabina, esto con el fin de ayudar a las familias que se han visto afectadas por las lluvias de los últimos días.

Él fue uno de los locutores que aceptó incentivar, de manera ininterrumpida, a los oyentes de radio Centro 96.3 F.M., desde este miércoles a las 3 p.m. y hasta el próximo domingo a las 3:30 p.m. Solo dormirá dos horas por día.

La idea es motivar a la gente para que llegue a la emisora y demás centros de acopio a hacer sus donativos de víveres y ropa, como parte de la campaña “Unidos por Costa Rica”, que creó la emisora junto con La Teja y el Club de Leones de Costa Rica.

El Bambino está acostumbrado a pasar de cuatro a cinco horas en cabina los sábados por la noche y, a pesar de sus más de 20 años como locutor, es la primera vez que le tocará, junto a su compañero Aleks Morales “El Chaparro”, aguantar sueño con tal de cumplir con este reto.

El Chaparro hizo esta misma dinámica el año pasado, así que él sí sabe lo que le espera. El cómo le fue a él se lo contaremos mañana.

“Si bien es cierto que Aleks y yo somos los que estamos asumiendo el reto de la palmada, tenemos a todo un equipo que va a estar pendiente de nosotros, entonces no nos vamos a sentir tan solos”, dijo Bagnarello.

Ambos serán asistidos por personal médico de una empresa privada y la soda “Donde Tony”, ubicada en el centro comercial 2000 en La Uruca, les hará llegar la comida los cinco días.

El año pasado, radio Centro había hecho este mismo reto con motivo de su aniversario 49 (que a finales de agosto), pero esta vez decidió adelantarlo para ayudar a nuestros hermanos de Turrialba, el Caribe y la zona Norte que se han quedado sin nada por las inundaciones.

“Yo estoy muy contento de hacer este reto con Aleks, porque tengo una relación muy cercana con él, somos muy compitas, y eso me entusiasma bastante porque sé que nos vamos a apoyar mucho y a divertir con los oyentes”, mencionó el locutor.

—  "Queremos que durante las horas del reto la gente se acerque a la radio a dejar sus donativos", Jaime Bagnarello, locutor

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A comer sabroso para aguantar

Jaime contó que, cuando le propusieron este reto, no lo pensó dos veces porque hablar por un micrófono y programar música es lo que le encanta, además, ya que el fin es ayudar a los demás.

Durante las 96 horas con 30 minutos que estarán los dos locutores en cabina, solo se turnarán un rato en la madrugada (máximo dos horas cada uno) para descansar y recargar energías.

“Cuando alguno se sienta furris puede contar con el otro. Tendremos una oficina habilitada para recostarnos y así descansar un ratito, pero lo que yo he pensado es no despreciar la comida que nos lleven para recuperar esas calorías”, dijo entre risas.

Eso sí, ya les advirtió a sus jefes que ni se les ocurra llevarle huevos al desayuno, porque no los soporta, y de una vez adelantó que si algún oyente se quiere botar y les manda un arrocito con pollo, una sopita levanta muertos o así, él no se enoja.

“Invitarme a desayunar a mí sí es un bostezo, pero ya aquí saben. En mi mundo ideal yo comería meriendas, fruticas, ensaladitas, es decir, me portaría mejor, pero como no es así, bienvenida sea toda la comida que nos manden”, dijo.

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Mucho apoyo

El Bambino mencionó que durante estos días de encierro en la cabina tienen pensado hacer dinámicas con los oyentes y programar la mejor música para sentirse más motivados y con buena energía.

Además, adelantó que el sábado por la noche harán una especie de simulacro de fin de año junto a Dj Action, para armar el fiestón.

“Queremos involucrar mucho a la gente que anda en la calle, como a los taxistas, para que también nos apadrinen. Queremos tener el apoyo de influencers y de artistas para que nos ayuden, sabemos que es mucha la necesidad”, agregó el locutor.

José Bustos, director de programación de radio Centro, mencionó que todos los alimentos, productos de limpieza y la ropa que serán donados se enviarán a los afectados al final del reto, por medio de los miembros del Club de Leones, quienes son los que tienen identificadas a las familias que aún siguen en albergues y que lo perdieron todo.