El reconocido bailarín JP Olivato casi no pudo dormir la noche del jueves por culpa de su perro Batata, al que considera como un hijo.
La preocupación del brasileño fue porque su mascota salió de su casa desde la tarde y no regresó más.
El animalito de raza beagle está acostumbrado a cruzar a un lote baldío que está frente a su hogar para hacer sus necesidades y, luego de olfatear un rato el residencial, se regresa a dormir, pero este jueves le dio por escaparse.
JP contó que pasó las horas más desesperantes de su vida, pues en los casi seis años (el 9 de marzo los cumple) que tiene con Batata, nunca le había hecho algo así.
“Él sale y siempre vuelve a la casa, como es un condominio yo estoy tranquilo porque nada más va al lote del frente y se regresa, pero al ver que pasaban las horas y no venía, ya ahí si me preocupé. Pensé que iba a regresar por comida o cuando tuviera frío, pero no”, dijo dolido.
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Este viernes el sudamericano se la pasó toda la mañana pegando volantes con la foto de su perro en los alrededores de su casa en Llorente de Flores, en Heredia.
Según le dijeron algunos vecinos, a Batata lo habían visto por las bodegas de la Cervecería; sin embargo, anduvo dando vueltas en su moto por ahí cerca y nada.
No fue hasta eso de las 3:30 p.m. que le dieron la gran noticia que su perrito estaba en buenas manos y bien cuidado. Eso sí, estaba más largo de lo que se imaginaba.
“Desde la noche estaba dentro de las bodegas de la Cervecería y un mae que trabaja ahí se lo llevó para la casa en la noche. Él es de Naranjo y regresa hasta tarde a la casa y quedamos en ir mañana (sábado) a recogerlo. Ya me mandó fotos y todo, gracias a Dios un buen samaritano, lo recogió y lo cuidó”, contó muy contento.