El amor sano confía. Una persona debe trabajar sus inseguridades para establecer vínculos afectivos sanos que no impliquen una situación desgastante para la pareja. Esta es la única vía que existe. Las características del amor seguro, son más o menos de esta forma:
· Tiene que estar asociado al respeto de todo aquello que le resulta importante a la pareja, en el tanto, no le haga daño a ninguno de los dos.
· Se requiere privacidad y la libertad para administrar sus círculos sociales y redes sociales, porque el ejercicio de la individualidad en nada amenaza a la relación.
El amor sano propicia el crecimiento personal. La pareja debe sentir orgullo, complacencia y admiración de todo lo que logra el otro. Esto lejos de contribuir al malestar, crea un ambiente de desarrollo personal que posibilita que haya una sana disposición al fortalecimiento de la relación.
Las inseguridades son incompatibles con el amor. Elegir una relación de pareja supone darle prioridad a la relación y a la otra persona, pero priorizar no es anular.
Si una persona establece como principio el control, los celos, las dudas, el miedo y los cuestionamientos como mecanismos para sentirse seguro está amando equivocadamente.
Cuando una persona ama a alguien inseguro crea una curva de desencanto que afecta la relación, como:
· Las expresiones de afecto cada vez son menos frecuentes, en tanto, la otra persona cuestiona por qué hoy hay más besos que ayer.
· Crea distancias sexuales porque la persona insegura muchas veces demanda sexo, no para hacer el amor, sino para verificar que está bien con su pareja.
· Progresivamente hay más silencios porque la persona insegura, no se le puede contar nada, todo lo cuestiona o lo utiliza en contra de su pareja.
· En ocasiones la otra persona empieza a evadir la comunicación porque son horas de horas de diálogos improductivos que nada suman al desarrollo positivo.
¿Ama de esta forma? ¿Se identifica con este estilo afectivo? Sí es así, entonces debe buscar ayuda.