Dos voces y y caras conocidas, que volvieron a sus pueblos buscando un poco la tranquilidad del hogar, se convirtieron, por casualidad, en corresponsales de Teletica.

Se trata de Eyeri Madrigal, más conocido como Tito y Guillermo Arrieta, a quien la gente de confianza (y algunos que no) le dicen Memo, quienes se encargan de informar, desde hace varios meses, lo que ocurre en las hermosas zonas de Monteverde y Quepos, respectivamente.

Ambos trabajaron en distintas emisoras durante muchos años, incluso tuvieron pasos por televisión, pero la tierra jaló más y decidieron regresar, sin pensar que la vida y el coronavirus los volvería a poner en las pantallas de Tiquicia.

Parece otro

Hace varios años “Tito” Madrigal fue de las caras más conocidas de la radio y de la farándula nacional, incluso llegó a ser parte de programas como Cantando por un sueño.

Madrigal, oriundo de Monteverde, trabajó en VM Latino y hace seis años se fue para su pueblo a montar un negocito de turismo junto con su hermana, allá dan tours de caballos por los lugares más bellos de la zona.

Como cuesta que el gusanito de los medios salga, Eyeri aceptó una propuesta de un excompañero del cole, quien le dijo que le ayudara con una radio por Internet que tenía, llamada Zona Alta Medios, gracias a su experiencia en radio y tele.

“No lo esperaba y acepté como para matar fiebre, pero Dios sabe por qué hace las cosas porque la página creció mucho con un enfoque naturalista y con lo de la tormenta Nate (2017) comunicamos desde aquí, gracias a eso pudimos hacer una alianza con Teletica donde nos ha ido muy bien”, comentó Tito.

El locutor dice que en su momento disfrutó mucho la vida nocturna, pero que hace rato se centró.

“Quería dejar un poco el mundo del entretenimiento y la animación que es donde trabajaba yo. En el tiempo de juventud, que estaba descubriendo la vida fue muy bonito, pero después llega una época en que uno quiere centrarse y enfocarse en los sueños que uno tiene”, contó el corresponsal, de 38 años.

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Madrigal cuenta que varios amigos del medio del espectáculo lo han vacilado por la exposición que ha tenido en el 7.

“Nicole Aldana me ha escrito, de hecho ella vino por aquí con la familia, también Yiyo Alfaro y Choché Romano me han vacilado, que quieren venir también, por suerte uno hizo muchas amistades”, agregó Madrigal.

Le duró poquito

El caso de Memo es parecido al de Tito, pues hace poco más de año y medio se fue para Quepos a cuidar a sus abuelos y a estar más tranquilo, renunció a Teletica radio y por las vueltas de la vida regresó a la empresa, pero esta vez en el noticiero.

Guillermo fue locutor de varias emisoras de música latina y deportes, también, durante tres años fue el jefe de prensa del equipo de primera división de la UCR.

“Renuncié a Teletica radio para estar con mis abuelos, aunque mi abuelo ya murió, pero la idea era estar cerca de la familia, más tranquilo. Por dicha dejé las puertas abiertas porque, ¿quién iba a esperar que un tiempo después estuviera trabajando en esto?”, comentó.

Ahora tiene un medio llamado “De Quepos para el mundo” en donde le comparte información a Teletica.

No solamente ha cubierto el tema de la covid-19, ya que le tocó estar muy de cerca en las investigaciones de la muerte de la doctora Luisa Cedeño Quesada.

La oportunidad de ser corresponsal le llegó de chiripa y gracias a la petición de su amigo y excompañero Dudly Lynch, quien le pidió un par de favores y de pronto lo incorporó al equipo de informantes del 7.

“Al principio pensé que era por un día, pero aquí seguimos, ha sido una luz para nosotros porque ha posicionado más el proyecto. Nunca había tenido chance en tele, pero creo que me la he jugado”, dijo Memo, quien agregó que el talamanqueño lo ha apoyado mucho en esta época .

Algo curioso es que los dos corresponsales trabajaron juntos hace unos 20 años en radio Activa, cuando Tito, siendo un carajillo, llegó a pedir brete.

Se reencontraron cuando a Madrigal lo incluyeron en el chat de corresponsales de Teletica y ahí empezaron a revivir viejos y buenos momentos.

Ambos concuerdan en que a pesar de que no son empleados directos de Teletica, sienten gran responsabilidad al hacer el brete, no solo con la empresa, sino también con las comunidades a las que representan.