La presentadora Diana Ibarra fue una de las grandes sorpresas en las transmisiones de toros de canal 13 ya que dejó a muchos televidentes sorprendidos con su belleza y profesionalismo.
Aunque ella tiene mucha experiencia, tenía unos tres años de no estar en la pantalla, por eso quizás muchos se sorprendieron al verla en las corridas desde el redondel de Zapote.
Lo que no saben es que la guapa quedó en deuda con sus dos hijos, de 10 y 14 años, por aceptar volver a la televisión durante este fin y principio de año, aunque primero lo consultó con ellos.
El detalle fue que por primera vez no pudieron celebrar el 25 de diciembre como tradicionalmente lo hacen en su familia y, además, porque ya tenían planeado recibir el 2023 en la playa, pero todos los planes se cancelaron.
Esta era su primera vez como presentadora en unas corridas, por lo que la propuesta que le hicieron no la podía dejar pasar y le tocó negociar con sus hijos y su pareja sentimental.
Ahora está viendo qué fin de semana se dan la escapada al mar, aunque ellos ya hayan entrado a clases de nuevo --tienen horario americano-- desde la semana pasada.
“Les debo unas vacaciones a mis bebés”, dijo entre risas.
Como gran detalle, su novio --del cual prefirió no dar el nombre-- compró entradas para varias corridas con tal de que ellos la pudieran ver trabajar de cerca.
“Mi novio decidió comprar entradas de todas las corridas que para él eran importantes, como la del 25 y 31, entonces fueron a verme un montón de veces. Mis hijos además me ayudaron montones en la casa, porque esos días casi que me levantaba y me iba a trabajar, entonces, ellos me ayudaban a acomodar y a lavar platos y así, pero todos fueron muy receptivos y de verdad que fue un gran apoyo el que tuve de los tres”, reveló.
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Agradecida con el apoyo
Diana confesó que la experiencia fue de lo mejor, porque el público que llegó a la gradería la trató muy bien y que más de uno se le acercó para decirle que la recordaba cuando salía en el programa “Sin Complejos”, de René Barboza, o en “Vivalaví”, una revista matutina que tuvo Multimedios en el 2018.
De hecho, tanto ella como el resto de sus compañeros de equipo de canal 13 quedaron agradecidos con el apoyo de la audiencia, pese a ser la primera vez que transmitían toros en Zapote.
“Nosotros teníamos toda la expectativa de que la íbamos a romper, como decíamos, porque Zapote es Zapote y a la gente le encanta la tradición de ir a Zapote, sin embargo, siempre estaba el recelo un poquito de que la gente había dejado de ver un poco lo que era la programación de canal 13.
“Recuerdo que la gente decía: ‘¿quién va a animar los toros?, ¿Inés Sánchez?’, era una expectativa como muy grande, teníamos ese reto de que la gente volviera a querer ver canal 13, pero supersorprendidos y agradecidos con la reacción de la gente, de verdad que sobrepasamos la expectativa que teníamos”, dijo muy contenta.
La presentadora hasta confesó que en la última corrida, del domingo 8 de enero, le dio cabanga, porque ya se había acostumbrado a pasar la tarde y la noche en el redondel con sus compañeros humoristas, presentadores y camarógrafos.
“Ese día entré a los toriles y a esas partes que normalmente uno no iba y dije: ‘bueno, voy a aprovechar la experiencia para conocer bien dónde montan’, ir más allá de estar en la gradería y fue muy bonito, a ver si se repite este año”.
Otro de los gratos recuerdos que le dejaron estas transmisiones fue el compartir micrófonos con su gran amiga Marcela Negrini, con la que se montó, hace años, una cafetería en San José, pero al final tuvieron que cerrarla y seguir cada una con sus proyectos personales.
Desea regresar
Aunque su pasión es la televisión, Diana tiene una empresa en la que distribuye equipos para cadenas de restaurantes, por eso es que tenía tanto tiempo fuera de las cámaras, porque ahora está enfocada en fortalecer su negocio.
Sin embargo, eso no quiere decir que no desee regresar a presentar algún programa, quizás en el mismo canal 13, donde le dijeron le quedaban las puertas abiertas para futuras producciones.
“Todos los del canal fueron superespeciales, hicimos una mancuerna bonita, desde camarógrafos, sonidistas, técnicos, los jefes de piso fueron muy especiales, así como la productora. Ellos quedaron muy contentos con mi trabajo y esperemos que el 13 aproveche este refrescamiento y empiece a hacer programas y si me llaman, yo feliz”.
Lo único malo que le dejaron estas tres semanas de ir a Zapote, fue el amanecer el lunes pasado con una fuerte gripe por las venteadas que se pegó.
Lo bueno es que tanto su pareja como sus hijos la siguen consintiendo para que descanse estos días y se pueda recuperar pronto y pueda así cumplir con la deuda que tiene con ellos.