El dueño de una pizzería en Frankfort, cerca de Chicago, Estados Unidos fue demandado por filmar en secreto videos de bajo de las faldas de numerosas empleadas y clientas usando una cámara en su zapato.
Michael J. Papandrea, de 58 años, propietario de Parmesans Wood Stone Pizza, fue arrestado y acusado de grabación de video no autorizada, un delito menor de clase A, según la legislación gringa.
Pero ahora, ante la nueva evidencia presentada en una demanda civil interpuesta en su contra el pasado viernes, el presunto depredador sexual enfrenta 17 cargos criminales en relación con las grabaciones secretas.
De acuerdo con los abogados que llevan el caso y que son citados en un artículo de NBC Chicago, el hombre usó una minicámara de zapato para grabar sin su consentimiento a al menos ocho de sus empleadas, muchas de ellas cuando eran adolescentes.
Los abogados afirman que la policía encontró un disco duro que contenía archivos borrados con más de 24.000 fotografías y videos “que parecen haber sido tomados durante una década”.
El acusado no ha dado declaraciones a los medios desde que se conoció la acusación en su contra.
Las autoridades confirmaron que se emitió una orden de registro y que incautaron dispositivos electrónicos y videos donde encontraron posible evidencia.
Según la demanda, un experto forense contratado por los demandantes descubrió 1.900 videos encubiertos tomados de una “cámara web oculta en un zapato”, así como 14 videos tomados de una cámara de video sobre el inodoro de un baño.
Los abogados dijeron que el experto estima que “podría haber al menos 500 víctimas más”.
El empresario finalmente fue liberado luego de pagar una fianza y está a la espera de un juicio.