El humorista Davis Núñez se ha vuelto la envidia de muchos chiquillos aventureros porque ahora al alajuelense le dio por comprarse un monociclo eléctrico y, aunque al principio le tocó agarrarle el toque, ya hasta logró subir a las eólicas de Santa Ana.
Dicha aventura la grabó y su video ya tiene más de 9 millones de reproducciones.
El comediante dice estar encantado con su nuevo medio de transporte, el cual no confesó no es nada baratico.
- ¿Qué le dio por comprarse uno de eso?, ¿cómo los descubrió?
Estaba de viaje en Europa y lo vi en un metro (de Madrid, España). Un chavalo se subió al tren y puso la rueda en medio de sus piernas, pero yo lo vi que andaba con casco de moto y todo, entonces yo dije: ‘esa vara es para subirse’, yo no hallé cómo preguntarle qué era eso. En eso para el tren y veo que el mae se baja yo me fui detrás a ver qué era esa vara. Como ahí hay ciclovías por todas partes, le baja los pedales, se monta y sale pero rapidísimo. Yo dije: ‘¡Ay Dios mío, qué es esa carajada tan chiva!’ y desde ahí me quedó la fiebre y empecé a ver videos como por un año.
- ¿Hace cuánto lo consiguió?
Me puse a buscar influencer que subían videos de eso, pero todos eran de Europa o Estados Unidos, no encontré nada en Latinoamérica y ya me puse en la investigación para ver cómo hacía para traérmelo, lo que pasa es que son muy pesados (más de 25 kilos). Ahorita tengo dos, he comprado tres, pero ya el primero lo vendí, que es de una rueda más chiquitica y era como para empezar a aprender.
El primero me lo compré hace dos años, me salía muy caro el envío del dispositivo y no lo podía mandar a traer por avión porque trae batería y el motor eléctrico, entonces me tocó mandarlo a traer por barco (desde Estados Unidos).
- ¿Cómo aprendió a usarlos?
Cuando empecé a usarlo dije: ‘perdí la plata’, porque no podía andarlo, no había nadie en Costa Rica que ande un monociclo de estos, entonces no tenía a nadie que me explicara, fue básicamente viendo videos en Internet como aprendí, pero yo al principio me subía y me caía, lo volvía a intentar y en ese plan y por eso decía que perdí la plata. Me llevó como seis meses dándole todos los días hasta que aprendí.
Cuando le agarré confianza a ese chiquitillo que compré primero fue cuando dije que quería uno más grande, con más velocidad, con suspensión, con más autonomía, que llegue a unos 70 kilómetros por hora y que me sirviera para viajes largos y fue cuando me mandé a traer este otro que pesa 50 kilos, casi lo que peso yo.
- ¿Cuánto cuesta un aparato de esos?
Ese chunche ronda los 2 millones de colones, no es un dispositivo barato y este último el mandarlo a traer me cobraban 600 dólares (más de 300 mil colones) solo de envío. Tengo otro igual grande pero ese es más para calles de piedra.
- ¿Qué le dijo su mamá cuando le dijo que ese sería su nuevo medio de transporte?
A ella le encanta, anda mucho en un scooter eléctrico que tenemos en la casa, entonces más bien está feliz de la vida aprendiendo, ahí va, le da un poquito de miedo. Ella fue la que me ayudó a aprender porque me tenía que agarrar la mano para agarrar el equilibrio, entonces más bien me decía que sentía que era como cuando me estaba enseñando a caminar.
- ¿Se lo compró por pura diversión, transporte o para hacer contenido para sus redes?
Yo tengo el scooter que es el que usa más mi mamá, pero me gustó el monociclo porque es más rápido y a mí me gusta andar en la cajuela del carro como otro vehículo para transportarme, antes andaba la patineta o unos patines, si ando en algún lado y veo que hay mucha presa, dejo el carro estacionado en algún lugar y me voy en el monociclo a hacer las diligencias.
- ¿Cómo surgió la idea de hacer el video subiendo hasta las eólicas de Santa Ana?
Hace tiempo estaba por hacerlo, había subido hasta el volcán Poás, pero no lo grabé, y como ahí en las eólicas dicen que no suben muchos carros quería intentarlo. Subí con un amigo en una moto eléctrica y otro en un carro eléctrico y yo iba adelante de ellos, subí como a 50 kilómetros por hora.
- ¿Se le dificultó en algún momento el subir la cuesta?
Cuando me llegó el primer monociclo lo intenté en Bajos del Toro (Poás, Alajuela) y no lograba subir, pero era por un asunto mío que todavía no tenía la suficiente confianza, pero ahora ando en rampas y todo y le agarré el toque para andar en calles empinadas. Obviamente, sí me daba miedo porque iba muy rápido, pero en ningún momento me caí o tuve que parar, en realidad fue superfácil. El viento sí se siente fuerte como cuando uno va en moto.
- Se ha vuelto viral ese video...
Sí, gracias a ese video que ya lleva más de 9 millones de reproducciones me escribieron desde Colombia, unos muchachos que andan por Bogotá y me invitaron a ir, a la de menos y me voy a pegar el tour.
- ¿El video del descenso lo grabó el mismo día?
No, es que cuando subí el primer video el 50% de los comentarios eran: ‘ah sí, subió, pero con eso no baja jamás’, entonces le dije a mis amigos y fuimos este domingo a grabarlo.