Daniel del Barco se suma a la larga lista de empresarios afectados por la crisis económica provocada por el coronavirus.
El diseñador de zapatos se vio forzado a cerrar sus tiendas y su fábrica esta semana porque el dinero ya no le alcanza.
Conversamos con él sobre la dura situación que enfrenta luego de 32 años de estar en el mercado nacional con sus originales diseños y nos dijo una frase que debe llegarle a todos, especialmente a aquellos que se niegan a quedarse en casa: “Al final el dinero se recupera, pero las vidas no”.
- ¿Cómo le ha tocado enfrentar esta crisis?
Esta pandemia mundial nos ha tocado de frente a todos los empresarios y sin previo aviso. Ha ocasionado una conmoción y un caos porque las ventas se vieron afectadas de manera muy abrupta. Lo que yo vendo no es un artículo de primera necesidad, yo no vendo medicinas ni alimentos. Entonces, en el contexto en el que estamos y con una situación tan incierta, nos ha afectado mucho desde el punto financiero, porque las personas están con tanto miedo que el poquito de dinero que tienen lo quieren guardar y lo que gastan es en cosas de primera necesidad.
Las ventas se vieron seriamente afectadas al punto de caer en cero y eso me puso en una encrucijada porque el panorama que se nos pintó no es de una situación que se resolverá en el inmediato plazo y yo tengo una planilla que es considerable (12 empleados). Tuve que tomar la dolorosísima decisión de pedir ante el Ministerio de Trabajo la suspensión de los contratos laborales de todos los empleados y solamente para dos de ellos pedí una reducción de la jornada de un 75%, porque los dejé solo como apoyo y trabajando muy lento.
- ¿Estos empleados que siguen trabajando están haciendo zapatos?
No, la parte de producción se tuvo que cerrar.
Al los que dejé fueron a mi asistente que me está ayudando desde su casa y a mi mano derecha en la parte de operaciones, que también está en su casa. Sobre todo como un respaldo porque tenemos un embarque de material que llega en abril y hay que meterlo en la bodega a como de lugar.
- ¿Les pagó lo que correspondía?
Hice un corte el lunes 23 de marzo, que fue el día que cerramos, les hice un corte del aguinaldo y vacaciones, obviamente les pagué el salario hasta ese día, para que de alguna manera por lo menos puedan tener unos cuantos cinquitos, para que traten de irlos estirando de aquí a que podamos abrir de nuevo.
- ¿Piensa volver a contratar al mismo personal cuando pase la crisis?
Sí, claro. Ellos no fueron despedidos, sino que sus contratos laborales quedaron suspendidos indefinidamente hasta que esta crisis pase. Eso da pie a que el contrato se pueda volver a reactivar y la idea es poder continuar. A pesar de toda la situación yo me siento esperanzado de que esto pase pronto.
- ¿Fue duro tomar una decisión así sabiendo que muchas familias dependían de su negocio?
Esta es una decisión que uno como empresario nunca la piensa, ni en los sueños más salvajes. Fue una decisión dura, difícil y dolorosa, al punto de humedecerme los ojos cuando yo veía las caras de ellos, que muchos son cabezas de familia, fue muy triste darles una noticia así.
La voz se nos quebró en algún momento cuando estábamos hablando, porque al fin y al cabo ellos son nuestra familia laboral y uno llega a tenerles tanta estima, tanto afecto y tanto cariño, con ellos he compartido en las buenas y malas. Aquí nadie se está escapando de esta crisis, ni el que tiene más ni el que tiene menos.
Esta pandemia nos ha puesto frente a una realidad: somos vulnerables, todos estamos en la misma línea de batalla, aquí nadie está más adelante ni más atrás.
- ¿Cuántas tiendas tiene?
En el centro de San José está la tienda dentro de La Gloria y en Pavas está el outlet. Las dos las tuve que cerrar el lunes. La tienda La Gloria cerró sus puertas a las 5 p.m., igualmente de manera indefinida, en un principio dijimos que hasta el 13 de abril, pero hay que esperar que las condiciones nos garanticen la integridad física de cada uno de los colaboradores en ese momento. Al final el dinero se recupera, pero las vidas no.
- ¿Cómo empresario tiene un estimado de cuándo volver a empezar a producir de nuevo?
En eso estoy siendo muy cauto porque no quiero hacer castillos en el aire, pero por lo que he leído están hablando de una ventana de ocho a doce semanas, pero yo no visualizo que estemos regresando antes de los próximos dos meses, ojalá no sea así.
- ¿Cómo está haciendo con el alquiler de los locales?
Te voy a hacer muy honesto, con el dueño del local donde tengo las oficinas en Pavas hablé y muy amablemente y entendido lo que está sucediendo llegó a un acuerdo muy favorable para nosotros, me extendió su mano y me dijo: ‘Yo aquí lo acompaño y de aquí salimos juntos’. Igual me dijo don Juan Carlos Crespo (dueño de La Gloria). Yo pagué el mes de marzo y no me va a cobrar el alquiler por los próximos tres meses.