Frente esta nueva normalidad hoy quiero rescatar algo: Cuidado con la idea de retomar la vida cuando todo esto pase, esperando volver a la normalidad.
Sí, es cierto, esto nos ha golpeado a todos a muchos niveles, modificando nuestro estilo de vida, la forma de trabajar y las finanzas, pero no podemos esperar a que todo esto pase.
Hoy en nuestro presente tenemos primero que definir qué nos está afectando y cómo nos ha afectado para ponerle nombre y de forma creativa, tanto individual como con el apoyo de familia y amigos, pensar qué alternativas de solución podemos crear para enfrentar esta realidad sin tanto conflicto.
Bajo el concepto burbujas, siendo estrictos con el cuidado y respetando las recomendaciones de las autoridades de salud, tenemos que abrazar esta nueva normalidad como nuestro presente. Escuché a alguien decir: “Este año la Navidad va a ser horrible” pero no podemos reprogramarnos de esta manera.
La Navidad será diferente debido al distanciamiento social y debido a las finanzas podría ser más austera, pero no podemos vivir desde una visión negativa, que nos cargue de complicaciones que minimicen las cosas bonitas.
La vida siempre nos pondrá frente a la posibilidad de reinventarnos para desarrollar una estructura de pensamiento objetiva y realista, bajo el principio de abrir nuestro corazón. Hablar de lo que sentimos y pensamos con quienes nos rodean, tanto en el trabajo como con la familia.
Esta nueva normalidad nos tiene que llevar a una visión de creatividad y austeridad. Las cosas que nos pasan no tienen que ser ni mejores, ni peores, tienen que ajustarse a la realidad.
Tenemos que trabajar en la construcción de una visión objetiva para dejar de estar en conflicto con lo que nos tocó vivir.
La nueva normalidad requiere una actitud de aceptación, comprensión, creatividad, trabajo y apoyo mutuo, para pasar por esto de la manera más serena.