El locutor Cristian Hernández tiene 15 años de formar parte de Pelando el ojo. Él es el que lleva el hilo conductor del programa radial junto a su jefe, Norval Calvo.
Sus inicios en cabina fueron en 1993, en radio Rumbo de Cartago, provincia de donde es oriundo. Tiempo después la pasión por los micrófonos lo llevó a otras emisoras.
Cristian está casado desde hace 22 años, es padre de dos jovencitas, sigue al Club Sport Herediano y es bueno para comer chocolates. Conozca un poco más del co-productor y conductor del vacilón programa de Monumental (93.5 FM) que conquista la radio de 5 p. m. a 7 p. m..
- ¿Cómo logra entrar al programa?
En el 2005 empecé en Pelando el ojo y cuando trabajaba en la emisora la Nueva 90.7 FM, yo era el coordinador de programa y a mí me tocaba reunirme con Norval Calvo, Froilán Bolaños y Pototo (Enrique Sibaja), que fueron los que iniciaron el programa hace 19 años, para coordinar las grabaciones y todo.
Se da la salida de Pototo y llegué por accidente porque no fue nada planeado. Hasta estuve como un mes ayudándoles sin un pago adicional, porque entre mis funciones en la radio me tocaba hacerles controles.
- Ya son 15 años, ¿qué ha significado este programa en su vida?
Me cambió la vida, la verdad, porque lo mío siempre ha sido ser locutor de emisoras y cuando ellos se vienen para Monumental (2008) me tocó renunciar a todo y dedicarme de lleno al programa.
- ¿Fue una decisión difícil?
Fue una decisión que pensé por muchos días porque en la otra emisora yo tenía todas las garantías sociales, seguro, mi trabajo fijo.
Recuerdo que mi papá (Ramón Hernández) estaba vivo y le conté que no sabía qué hacer y él me dijo: ‘el que no arriesga, no gana’, y yo lo interpreté de que quería que me fuera con ellos. Después la otra emisora tuvo problemas y yo creo que me hubiera ido en la tira (despedido) también.
- ¿Se dedica solo al programa o tiene otro trabajo aparte?
Del 2008 al 2013 estuve trabajando directamente para Central de Radios (dueño de Monumental) en la parte de producción, porque como estudié publicidad, me ofrecieron un medio tiempo en las mañanas.
Ya después Norval tenía en mente sacar la página web, darle más fortaleza a las redes sociales que estaban empezando y él me dijo que me dedicara solo a eso y que me redondeaba el salario y le dije que le diéramos.
- ¿No se arrepiente de haberse arriesgado?
No, nunca. Yo se lo he dicho a Norval, que él ha sido una bendición para mí porque a mí me cambió la vida este programa, a nivel de estabilidad económica, tuve la oportunidad de trabajar en toros, de trabajar en tele con grandes como (Manuel Antonio) “Pilo” Obando, como Franklin Vargas y eso me abrió una puerta a nivel económico también, entonces, he podido mejorar mi vida de familia, tener mi casa propia y hasta poder estrenar carro.
- ¿Qué significa Norval Calvo para usted?
Es como un hermanillo mayor, Norval es un chavalazo y no solo conmigo, sino con todos los compañeros. Cuando llueve duro él moja a todos y cuando tiene que poner el pecho, lo pone por todos.
Ahora con la pandemia él negoció su salario para que no nos lo bajaran a ninguno de nosotros, son cosas que mucha gente no sabe y por las que todos en el grupo le vivimos agradecidos.
Tengo una anécdota, él recién había ganado La dulce vida, yo tenía como 15 años y me lo encontré en el Mc Donald’s de la plaza de la Cultura, recuerdo que le dije a mis compañeros del colegio: ‘véanlo, es el ganador’ y Norval vio que lo estaba viendo y llegó y me saludó. Eso para mí fue increíble, sin saber que años después íbamos a trabajar juntos.
- ¿No le ha dado por hacer imitaciones?
Yo hago a (Hernán) Medford, pero por el vacilón. Yo les he dejado claro que yo no soy imitador, porque eso es un don que ellos traen y yo no tengo. Conozco el sistema para hacer una imitación, porque lo he visto con ellos, pero no tengo ese don. Lo de Medford es porque tiene un tono muy particular y cuando Toño Hernández murió nosotros vacilábamos y yo lo hacía ya después fue que Norval me tiró al agua al aire.
- De todos los compañeros, ¿con cuál se lleva mejor?
Con Gustavo Ramírez comparto mucho porque vive en Cartago y viajamos juntos todos los días y comparto mucho con Josué Porras, que es de los nuevos, pero hicimos una amistad vacilona, él es de Pérez (Zeledón) y he ido hasta su casa o vamos a la playa.
Muy de familia | De casualidad | Buena letra | Voz oficial |
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Está casado y es padre de Silvia, de 22 años, y de Mariela, de 16. Vive en El Tejar de El Guarco, Cartago. Estudió ingeniería industrial por dos años, pero lo atrapó la radio. | En su juventud le gustaba animar las actividades del cole y tenía un amigo con discomóvil al que le pedía el micrófono para animar los bailes. | Empezó en radio Rumbo pero como secretario escribiendo saludos. “La bonita letra me llevó a esto”, dice. Ya después fue aprendiendo a hacer cabina. | Cristian es la voz oficial de Nova Cinemas de Repretel desde hace 8 años y sueña con volver a trabajar en una cabina como programador de música. |
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