Querido por las mujeres, admirado por los niños y respetado por los hombres, Pedro Infante fue, sin lugar a dudas, uno de los ídolos más grandes del Siglo XX.
La interpretación de canciones de música regional mexicana y el papel protagónico en más de 50 películas a lo largo de su carrera, lo transformaron en un fenómeno popular que, pese a su sencillez, también vivió rodeado de lujos y opulencia.
Naturalmente, uno de los lujos adherentes a este nivel de vida fue la posesión de verdaderas joyas automotrices a lo largo de su carrera. Conozca algunos de los chuzos que se compró.
Uno es un Mercedes-Benz SL 300 conocido como “alas de gaviota”, que fue propiedad del actor y cantante en 1956. La nave era perlado con interiores rojos.
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El intérprete de “Ídolo de Guamúchil” también fue propietario de un Lincoln Continental 1942, el cual tenía un estilo muy peculiar, ya que su carrocería era convertible.
Y cómo olvidar la Harley-Davidson que al actor usó en la famosa cinta “A toda máquina”. Este filme se convirtió en un clásico, pues acompañado de Luis Aguilar, Pedro pilotaba una motocicleta que más tarde se volvería de su propiedad. La moto era modelo 1955 y contaba con un trabajo de pintura “police White” que utilizaba un motor 55-FLE-5402.