Cantinflas y Luis Miguel se volvieron tendencia esta semana después de que unos jóvenes ‘tiktokers’ hicieran unos videos dentro de las propiedades de estos famosos en el puerto de Acapulco, cuyos terrenos daban lástima, por lo deteriorados que están.
Los jóvenes usaron un dron para mostrar una vista panorámica del desastre y muchos se asombraron por lo descuidados que están los lujosos “ranchos”.
Pero ni el actor de “Ahí está el detalle” ni el intérprete de “La incondicional” son los únicos que dejaron en el olvido sus lujosos inmuebles llenos de recuerdos.
De hecho, la familia de Mario Moreno nunca volvieron a otra propiedad, al mejor estilo de otros grandes artistas como Michael Jackson y Antonio Aguilar, quienes desperdiciaron lugares de ensueño.
Por ejemplo ‘Neverland’, el parque de diversiones de la leyenda del pop, que con más de 11 mil metros hizo realidad el sueño de fantasía del cantante Michael Jackson, quien creó su propio “País de nunca jamás”, como en la historia de Peter Pan, personaje que Jackson idolatraba.
Según la idea creada por el escritor escocés James Matthew Barrie, se trata de una isla paradisíaca en la que los niños nunca crecen y pueden vivir sin reglas ni responsabilidades.
Además de la enorme mansión principal, hay un rancho que incluye dos pequeñas casas, un edificio para 64 empleados y ¡un parque de diversiones privado!
Jackson pasó ahí la mayor parte de su tiempo desde 1989 y hasta antes de que fuera involucrado en acusaciones de pederastía, en 1993.
Se dice que en el rancho recibía a niños con enfermedades terminales, a quienes apoyaba con acciones altruistas, pero después de que la policía intervino en las instalaciones para hacer una investigación, nada volvió a ser lo mismo.
El paraíso ubicado en Santa Bárbara, California, tenía, entre otras cosas, una sala de cine con 150 butacas, zoológico, estación de trenes, carrusel, un ferrocarril, montaña rusa, sillas voladoras y carpa de circo. Había un lago con cisnes y dos cascadas.
Además, allí vivieron cocodrilos, jirafas, llamas, orangutanes, tigres y hasta un elefante. Sus dos mascotas incondicionales fueron el loro Rikki y el famoso chimpancé Bubbles, con quien incluso hacía tours mundiales.
Tras afrontar deudas y pleitos legales, en 2008 Jackson vendió la propiedad a Colony Capital LLC y en 2009, cuando murió, se eliminaron muchos de los vestigios infantiles y se convirtió en un lugar de ganado, con graneros y zonas de viñedos. El parque de atracciones desapareció.
Hacienda El Detalle
El actor y comediante de cine mexicano Mario Moreno Cantinflas quedó enamorado de la Huasteca Potosina cuando fue invitado por el cantante Jorge Negrete, además de que su padre era originario de la capital de este estado.
Desde entonces, decidió adquirir un terreno de más de 100 hectáreas donde construyó su rancho, al que nombró El Detalle.
Con 12 habitaciones, seis casas al pie de la principal para cada uno de sus trabajadores, una capilla y una plaza de toros que bautizó “El mimo de la gabardina”, creó un espacio en el que se cultivaban cítricos y se criaba ganado.
La residencia se encuentra a 25 kilómetros de Ciudad Valles y se dice que en sus pasillos disfrutaron personalidades como María Félix, Manolín y Jorge Negrete.
Entre otras atracciones, hubo una piscina olímpica con mosaicos, un lujoso bar e, incluso, una pantalla gigante donde proyectaba sus películas.
Son distintas las teorías para justificar el abandono del rancho que hoy se encuentra en ruinas.
Una apunta a que se comenzaron a generar pocas ganancias, por lo que Moreno decidió venderlo; una más señala que el hermano de Cantinflas contrajo malaria en el sitio, entonces, decidieron abandonarlo y finalmente existe la teoría de que tras ganar una corrida de caballos frente al famoso político Gonzalo N. Santos, él amenazó a Moreno para que no volviera a San Luis Potosí.
Cantinflas falleció en 1993 en su casa, en Ciudad de México.
Rancho La Quemada
En la comunidad de La Quemada, en Zacatecas, el actor y cantante mexicano Antonio Aguilar construyó un enorme rancho en el que, incluso, grabó escenas de algunas de sus películas, pero hoy está deshabitado y en el olvido.
La exhacienda llamada “La Quemada” fue un importante centro agrícola y ganadero en donde se cultivaba trigo, garbanzo, chile, lentejas y maíz, aunque su fuerte siempre fue la cría de ganado, como toros de lidia y caballos de razas inglesas.
Actualmente, sigue siendo propiedad de la familia Aguilar, aunque desde la muerte de don Antonio, dejó su actividad ganadera y permanece como una cápsula del tiempo guardando algunas fotografías de la familia con las caballerizas y establos intactos.
En este estado los Aguilar son dueños de cientos de hectáreas de tierra y propiedades, los visitantes pueden entrar a las tierras y conocer la capilla del siglo XVIII (ubica en uno de sus terrenos), pero no la “Casa grande” construida por el general Nicolás Rodríguez Juárez, y donde Antonio Aguilar guardó más de un recuerdo profesional y familiar.