“Estoy pasando un momento muy difícil, ya que conocí a una persona y creí que estábamos muy bien, pero de un momento todo cambió. Él era muy caballeroso, tierno y dulce, pero ahora pasa irritado y dice que yo no le doy el lugar que merece, aunque siempre estoy disponible. Ahora se molesta por mis actividades familiares, si voy al gimnasio o por mis redes sociales. Él es muy cambiante, si vamos al cine y algo le molesta se devuelve y tengo que bajarme el carro. No entiendo en dónde quedó el hombre que me conquistó hace dos meses. Es muy complicado”.
1. Si en ocho semanas una persona pasa de una estructura de conquista positiva, afable, agradable y cercana para entrar a una estructura de complicación constante, la tendencia le podría indicar que la realidad es la segunda y no la primera.
2. Usted habla de una relación donde hay enojos, reclamos y si lo analiza, esto tiene muchísimas cercanía con los celos, el control y las demandas irracionales. Ahora él la cuestiona, se enoja y se coloca en la posición de víctima al decir que usted no le da tiempo y esto no suena bien. Si su descripción se ajusta a la realidad, este marco de conductas es muy complejo, sobre todo porque es una relación muy joven para experimentar tanto nivel de complicaciones.
3. Cuando una persona se irrita, no habla, reclama, se molesta, cancela una salida y la devuelve a su casa, es importante preguntarse: ¿Le parece que esta es la forma de manejar las emociones? Esto es parte de lo que usted tiene que observar, analizar y evaluar.
4. Muchas personas deciden salir con alguien y simplemente crean momentos y cuando se establece la relación empiezan a justificar las conductas inadecuadas e incompatibles por medio de la paz emocional. Luego van a querer que la otra persona cambie, como que si este fuera el propósito del amor. Él debe ir a terapia para resolver todos esos problemas.