Charro tico suena en México

Gabriel Morúa es amante de la música desde que era chiquitillo, en especial de las rancheras.

Gabo, quien vive en Moravia y estudió en el Conservatorio Castella, es uno de los cantantes de este género más jóvenes (25 años) y conquista con su voz a todos los que lo escuchan.

Hace poco lanzó su primer álbum de temas inéditos en el que cuenta con el apoyo de su tío, el conocido músico Bernardo Quesada, quien movió contactos y consiguió el apoyo de muchas personas en México. Incluso de artistas que han breteado codo a codo con Vicente y Alejandro Fernández.

Actualmente Gabriel promociona su tema “Y te digo te amo”, el cual está incluida en el disco.

–¿Desde cuándo canta?

Vengo de una familia de músicos, por el lado de mi mamá, mi tío es Bernardo Quesada, mientras que por el lado de mi tata, mi abuelo es el charro José Vargas, que lleva toda la vida cantando música mexicana en topes y fiestas.

Destaqué a partir del cole, donde me animé a participar en festivales y concursos. Siempre llamó la atención que alguien tan joven cantara música ranchera.

–¿Qué otras cosas le gustan además de la música?

El año pasado tuve que especializarme en otras cosas por el tema de la pandemia, pero siempre relacionadas a la música, ahora aprendí a editar videos y audios, todo lo que es producción audiovisual. Ya me especialicé en eso y le ayudo a estudiantes que tengan que presentar proyectos de corte corporativo.

–A los charros se les tiene pinta de galanes, ¿cómo le va con ese tema?

A mí siempre me ha gustado esto porque es música para todas las edades, a veces llegan señoras y me piropean la voz, pero también mujeres más jóvenes.

–¿Cómo lo maneja?

Eso lo he ido aprendiendo con el paso de los años, así que tengo buenas referencias de lo que puedo y no puedo hacer.

–¿Quién lo ubica?

Sobre todo mi papá, él por muchos años me ha dicho si se están haciendo bien las cosas o no.

–¿Escucha algo más que rancheras?

Crecí con diferentes ritmos por lo que me gusta escuchar salsa, boleros y baladas, aunque obviamente más que todo rancheras.

–¿Ha podido cantar en México?

Hasta el año pasado pude cantar vestido de charro en México, pero otras veces había ido a algún bar y empezaba a cantar con mi hermano, entonces llamábamos la atención por ser tan jóvenes y porque conocíamos piezas que muchos de ellos ni conocen.

–¿Qué opina su abuelo de que usted le siguiera los pasos?

Antes era a mi hermano al que le gustaban las rancheras, pero después le comenté a mi abuelo que me gustaba y empecé a cantar con él, íbamos a restaurantes o a actividades. Él está muy contento de que siguiera sus pasos y de que todavía lo siga haciendo.

–¿Dónde compra los trajes?

Hay algunos que hay que hacerlos en México, pero la mayoría, los que son de gala, con saco, chaleco y pantalón los hago aquí, con un sastre muy conocido. Lo que son los adornos, sombreros, fajas y hebillas, hay que traerlos.

–¿Cuántos trajes tiene ahorita?

Seis trajes completos.

–¿Cuánto es lo más que ha llegado a pagar por uno?

Creo que por uno completo como unos trescientos mil colones. Es una inversión para lo que uno hace.

–En el disco hay una canción con Luisga Loría y Eduardo Aguirre, ¿cómo fue esa experiencia con ellos?

Sí, fue para el tema ¿Y cómo lo resolvemos? que tuvo un muy buen recibimiento en medios y plataformas. La canción la escribieron Bernardo Quesada y Jesús Rincón y la idea fue presentar la historia de tres amigos, con diferentes personalidades que estaban enamorados de la misma mujer.

–¿La pandemia le quitó o le dio algo?

Aunque muchos pensemos que nos quitó muchas cosas, a mí me abrió una ventana de trabajo con el tema audiovisual, que también me ayuda para mi carrera.