Los fans del género musical K-Pop aún no habían terminado de reponerse por lo ocurrido con el cantante Seungri cuando otra estrella de la música coreana confesó su crimen: Jung Joon-young admitió haber compartido videos pornográficos de mujeres que fueron grabadas sin su consentimiento.
Esta semana, Seungri, integrante de la banda BIGBANG, anunció su retiro de la escena musical en medio de una investigación relacionada con prostitución, que en Corea del Sur es un delito.
Al intérprete, cuyo verdadero nombre es Lee Seung-Hyun, se le señaló por ofrecer servicios de prostitutas, a manera de soborno, a potenciales inversionistas de su club Arena, en Seúl, y para clientes de su compañía Yuri Holdings.
Fue a través de un chat grupal que se descubrieron las actividades de Seungri, pero la investigación salpicó al propio Jung Joon-young, conocido como intérprete de rock.
Los medios coreanos indicaron que Seungri era miembro de otro chat en el que estaba Jung y se compartía material obtenido mediante cámaras ocultas.
Mr. Kim, uno de los integrantes del chat, difundió en enero videos de un hombre y una mujer teniendo relaciones sexuales. Lo más perturbador fue que la mujer parecía estar bajo los efectos de las drogas y no era consciente de que la estaban filmando.
Hasta ayer se sabía que Jung Joon-young sería investigado por participar en la difusión de las imágenes, pero el cantante ya admitió su culpa.
A través de su agencia MAKEUS Entertainment, Jung emitió un comunicado para disculparse por sus tortas.