La necesidad económica y la saturación de conciertos y presentaciones virtuales hizo que el cantante y dueño del grupo Los Incondicionales, Michael Martínez, sacara su lado más creativo para llevar dinero a su hogar.
Al artista se le ocurrió dar serenatas móviles de casa en casa desde su carro o la buseta de la agrupación, con el fin ganarse algo de platita y dar alegría a varias a familias que por causa del covid-19 no podrán celebrar el Día de la Madre como acostumbran.
Martínez se viste de charro y va a donde le soliciten. Equipó su nave con micrófono, equipo de sonido y demás implementos para que la experiencia sea inolvidable.
Eso sí, no rompe ningún protocolo del Ministerio de Salud, institución a la que consultó antes de mandarse en su nuevo negocito.
Michael contó que lleva varios meses sin generar dinero y que por eso buscó una forma original de ganarse el arroz y los frijoles honradamente.
-¿Cómo le ha ido con el tema de la pandemia?
Desde que empezó esto todo ha estado fatal, si ya los grupos veníamos mal, esto nos terminó de recontramatar, así de fácil, porque tengo hasta un tema casi listo que no he podido terminar por lo mismo, no hay plata ni tiene sentido sacarlo ahorita.
Yo intenté generar por medio de conciertos virtuales, que es lo que todos los colegas están haciendo pero vi que la gente no respondía o se obtenía muy poco, a mí en lo particular me fue mal y yo creo que es porque a la gente le gusta verlo a uno ahí de frente. Pensé que tenía que inventarme algo y me fui para el Ministerio de Salud de Cartago y les dije de mi idea, me respondieron que lo que no permiten son fiestas, pero esto mientras yo no me acercara a la gente estaba bien.
-¿En qué consisten estas serenatas?
Armé los parlantes encima de la microbús y monté todo el sonido, mandé a hacer unas vallas publicitarias y empecé a ofrecer las serenatas con unidad móvil y parece que gustó, hasta el momento no he visto que nadie haga eso y a mí ya me han agendado varias, mi idea es seguir haciéndolo, no solo por el Día de la Madre sino lo que dure esta pandemia.
La idea es que llegue a la casa y me parquee en frente a cantarles, ya sea a las mamás o a las parejas o a quien quieran, es una sorpresa bonita porque hasta me visto de charro con unos trajes que había traído de México y tenía sin estrenar. Hasta los vecinos van a salir ganando con el concierto gratis desde la calle y sin tener que salir de sus casas.
-¿La buseta ya la tenía?
Sí, es la del grupo y es la que usábamos para transportarnos a los toques, pero hay que ponerla a trabajar.
-¿Tuvo que invertir algo para este proyecto?
De momento, no, porque los trajes los compré antes de que comenzara esto, la buseta y el sonido ya lo tenía y las vallas me las da un patrocinador que siempre me ha apoyado. Somos dos personas, mi hermano y yo porque él me ayuda en el sonido.
-¿Cuándo es la primera?
Este viernes, pero tengo espacio para presentarme en San José o Cartago el mismo viernes, el fin de semana o cuando la persona lo requiera.
-¿Cuando lo probó, cuál sensación le dio?
De que Dios me iluminó de esa manera porque yo intenté con serenatas virtuales y no sirvió, la ilusión de la gente es ver la reacción, por ejemplo, de la mamá cuando llega uno vestido de charro, parquea el carro y se pone a cantarle a ella, casi que frente a frente. Mi idea es que salga la gente, hasta los vecinos a la puerta de la casa y vean un poco la serenata.
-¿Para contrataciones a dónde lo pueden llamar?
A mi número 89624925 y el repertorio es muy variado, aunque para el Día de la Madre será ranchero.