Carolina Paniagua fue por más de 13 años una de las voces principales de la agrupación Taboga Band, pero desde julio de 2021 se fue a vivir a Estados Unidos y en esta fechas patrias es cuando más extraña este pedacito de tierra que la vio nacer.
Sin embargo, el estar lejos no le ha impedido sentirse como en Tiquicia en Long Hamptons, al este de Long Island, en el estado de Nueva York, donde vive ahora con su esposo gringo.
La cantante contó que para esta fechas siempre saca su banderita de Costa Rica, adorna su casa y cocina puros platillos típicos. Por ejemplo, al momento de la entrevista estaba disfrutando de una chorreada al lado de una amiga tica que llegó a visitarla con su familia.
Según contó, donde vive sí hay muchos ticos, pero no se reúnen a festejar la Independencia como en Nueva Jersey, por eso le toca conformarse con adornar un poco su casa.
“Aquí en la isla no se hace nada para festejar, acá es como estar en Papagayo, es totalmente diferente, acá es como más vacacional, para disfrutar de los festivales hay que ir hasta Nueva Jersey, que a veces cantamos por ahí, pero son más de tres horas manejando si el tráfico está bien porque hay que atravesar Manhattan”, mencionó.
La ramonense contó que desde que tenía 16 años soñaba con irse a vivir a Estados Unidos y que aunque ahorita está muy feliz en su nuevo hogar hay algo que extraña mucho del país y que no tiene nada que ver con sus tradiciones.
“Yo no extraño como tal el país porque yo bastante que conocí de Costa Rica, anduve por todos los rincones cantando y me di bastantes paseadas por allá, lo que más extraño es el calor humano, la gente. Acá es un país más de trabajo, es un país más seco digo yo, humanamente. Aquí son como más fríos e igual he conocido gente de otros países y eso lo reconforta a uno, pero yo lo que extraño de Costa Rica es el calor de mi gente y mi familia”, dijo.
Encuentra casi de todo
Caro contó que como vive en una zona más turística en el patio de su casa se está haciendo su propia huerta donde tiene un árbol de limón y un sembradío de chayotes y otras verduras.
Además tiene la salvada que en la zona donde vive hay cerca un supermercado que vende todas las verduras que se necesitan para una olla de carne, así que de vez en cuando se quita el antojo.
“Yo sí hago mi gallo pinto, hago mis comidas típicas. Puedo ir al súper y encontrar de todo lo de allá, lo único único que no he encontrado es la margarina o mantequilla de allá y uno que otro café, pero digamos hay de todo. Leche en polvo, hay salsa inglesa, hay ñame, bananos de allá, aguacate, acá donde yo vivo hay un supermercado que trae hasta chayotes de San Ramón, hay estados donde no se puede conseguir nada de eso, por eso a mí no se me ha hecho difícil el cambio, pero a uno sí le hacen falta ciertas cosas el estar tan lejos”, contó.
He pensado organizar un festival para todos los de aquí para no tener que ir hasta Nueva Jersey, pero ahí vamos poco a poco”.
— Carolina Paniagua, cantante
La cantante, quien recientemente le abrió el concierto al colombiano Jessi Uribe en Nueva York, confesó además que tiene la gran salvada que hay una tica cerca de su casa que los jueves se dedica a cocinar pura comida tica para vender y que gracias a ella es que se ha quitado el antojo de comer picadillo de arracache o de papaya.
“O tacos ticos que aquí no voy a encontrar porque acá es el taco mexicano que es como hacer un gallo de nosotros, el estofado de Costa Rica no lo he encontrado o la carne en salsa por acá, en cambio en Nueva Jersey sí hay mucho restaurante de comidas típicas. O el salchichón, acá venden uno tico, pero a mí no me sabe igual, lo siento como más masudo”, explicó.
Este fin de semana espera ir a darse una vueltita en el “crucero de los ticos”, que según contó es en Manhattan, y es una especie de barco en el que solo hay costarricense celebrando la Independencia.
“Es una fiesta de puros ticos en un crucero que anda por todo el río Hudson”, contó.
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Mejor de salud
A finales de agosto de 2020 la artista tuvo preinfarto con derrame facial que avanzó el 2 de setiembre a un derrame cerebrovascular lo que le tuvo muy mal de salud.
A pesar de ello se ha ido recuperando poco a poco, a tal grado que a la fecha dice tener secuelas que solo ella misma se nota en el rostro.
Lo que más la tiene feliz es que también volvió a cantar como antes y que no ha sentido mayor molestia cuando está en un escenario.
“Son secuelas que solo yo las noto, entonces ni las cuento, solo yo las siento. Hace mucho tiempo ya no uso bastón y el habla superbién, creo que ahora canto mejor que antes”, mencionó.
Según contó, ahora está cantando mucho con José Tijerino, quien fuera vocalista de Calle 8 y ahora radicado en Estados Unidos, y les ha ido muy bien con las contrataciones.
Caro esperar regresar pronto al país para visitar a su familia y también porque en diciembre saldrá un libro en honor a su padre, gracias a una editorial en Nueva York, que contiene poemas que él escribió antes de fallecimiento y que tenía ahí guardados. Su deseo es llevar el libro a la escuela de Turrialba, donde estudió su papá y alguna librería nacional.