La cantante Arlene Elizondo ya sabe lo que sufre y siente una madre cuando un hijo se le enferma a medianoche y eso que todavía no es mamá.
Ella tiene dos perras salchicha y hace un mes pasó un gran susto con una de ellas, por lo que ahora tiene un botiquín con todo tipo de medicinas que anda jalando cada vez que sale de su casa con sus consentidas.
La vocalista del grupo Expresso es una amante de los animales y fue precisamente su novio, el músico Solón Sirias, quien le regaló primero a Samanta y hace siete meses a Eva, para que entre todas se hicieran compañía.
Hace un mes, Arlene decidió irse para Tilarán, Guanacaste, a la casa de sus papás para pasar la cuarentena con ellos, y se llevó a sus perritas. Una noche a Eva la picó una abeja y poco después, la peludita estaba toda hinchada y no sabía ni qué hacer para curarla.
“Me desperté y la vi toda hinchada, como un monstruo. A la una de la mañana desperté a mis papás, a todo el pueblo para buscar un veterinario. Terminé despertando al doctor a esa hora para ver qué le podía dar porque tenía pelotas en la cara y el cuerpo. Fue un gran susto, creí que se me moría”, contó.
A raíz de este susto al día siguiente terminó comprando todo tipo de medicinas para ellas por si les daba otra alergia, un mareo o vómitos. Ese botiquín se volvió parte de sus accesorios, al punto que no se le pueden olvidar cuando sale con las peluditas.
“El veterinario me recomendó andar un antialérgico, suero con la vía, otro medicamento que es como un antídoto por aquello que se llegue a comer un bicho raro o chupe un sapo, ya que aquí estoy en el campo y ellas andan libremente por la propiedad, así que uno nunca sabe”, explicó.
Una gran pérdida
Arlene también sabe muy bien lo que es llorar por la partida de un peludito, pues hace dos años murió Susi, una chihuahua que estuvo con ella durante 12 años.
Esta otra perrita también se la regaló Solón cuando recién estaban empezando su relación de pareja, pero le dio la enfermedad de la garrapata (erliquiosis canina) y por más que lucharon por salvarle la vida terminó en el cielo de los peluditos.
“Cuando se me murió me dio horrible, pasé como dos meses llorándola. Le dio esa enfermedad y se me la llevó en dos patadas”, dijo aún dolida.
Cinco años después de la llegada de Susi apareció Samanta en su vida, una perrita que la cantante define como muy cariñosa, pero a la vez escandalosa y muy celosa.
“Le puse Samanta porque veía una novela de Telemundo donde actuaba Jimena Duque y ella era la protagonista, ahí interpretaba a Samanta, pero todos le decían Sammy y me encantó”, recordó.
Eso sí, su llegada fue algo caótica pues como era cachorrita se jaló muchas tortas que en aquel momento molestaron a la cantante, pero que hoy son anécdotas que le causan gracia.
“Yo tenía una mata que la jalaba para todo lado, por lo que si me cambiaba de casa se iba conmigo, pero Samanta estando bebé agarró la mata y la destrozó en la sala, por lo que dejó tierra por todo lado. Después de eso me rompió un montón de zapatos”, dijo entre risas.
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La más tortera
Sin embargo, Eva es la que más le ha hecho tortas y de esas que salen caras.
La artista contó que hace unos meses la peludilla creyó que los muebles de su carro eran comestibles y empezó a ñanguearlos. La “broma colmilluda” terminó costando 60 mil colones.
“El descansa brazos del carro es de cuero y se lo comió. Vieras la cólera porque me salió carísimo el arreglo. Es muy lindo tenerlas, pero provocan sus gastos”, dijo.
La exparticipante de “Tu cara me suena” confesó que sus perritas son como sus hijas y que por eso trata de darles todo el amor posible, chinearlas y sacarlas a pasear para que se sientas puras tejas, así como ellas le alegran el día con su compañía.
“Las personalidades de ellas son muy diferentes, como si fueran personas. Sammy es de estar muy encima mío, muy pegada, en cambio Eva es muy independiente, mami le dice la escapista porque cuando uno se da cuenta se fue a andar detrás de los caballos. Seguro ella piensa que son unos juguetes, pero me da miedo que le metan una patada y tengo que estarla llamando, pero ella también es un amor”, contó.
Arlene mencionó que ella y su novio son muy felices con sus perritos y que por más tortas que se jalen no se arrepienten de invertir tiempo y dinero en ellas.