La cantante Karol G contó que estuvo a punto de dejar su carrera artística debido al acoso que sufrió cuando decidió convertirse en cantante de música urbana.
La colombiana realizó una breve gira promocional por Costa Rica y conversó con La Teja el lunes 4 de mayo, en las instalaciones del Hotel San José Palacio.
La guapa, quien tiene en los primeros lugares de lista de popularidad la canción "Mi cama", habló largo y tendido acerca de lo difícil que fueron sus inicios.
–¿Esperaba el éxito que ha tenido "Mi cama"?
–Uno nunca sabe dónde está el éxito, primero lancé Pinneaple, fue mi primera canción de este año que lanzaba sola y empezó a crecer. En un momento me mostraron esa canción (Mi cama), la escuché, la terminé, hicimos el video, se la presenté a la disquera y enloquecieron con la canción. Fue como: "¡Esta es la canción que necesitamos!". Nos ha sorprendido demasiado, porque los números siguen creciendo demasiado. Ya tenemos el remix de la canción, pero todavía no lo vamos a lanzar. Creo que lo vamos a lanzar en la segunda o tercera semana de julio.
–Usted es una de las pioneras de música urbana. ¿Qué tan difícil fue el inicio?
–Para nadie es un secreto que no había muchas mujeres, entonces cuando empecé a hacer música urbana dije: "Ok, debe ser la cosa superfácil", pero cuando empecé a trabajar me di cuenta por qué no había mujeres y por qué no era tan fácil. No había la cultura ni gente que escuchara mujeres en música urbana. Las letras al inicio eran superfuertes y obscenas, entonces la mujer traía otra propuesta pero era aburrida, o muy romántica o muy pop, y entonces no funcionaba. Además de eso, las propuestas indecentes no se hicieron esperar. Obviamente, una mujer que no está pegada, que no tiene un número uno, que no conoce mucha gente, tiene mucho que ofrecerle y a cambio de eso, pedían muchas cosas.
–¿Cómo manejó esas situaciones de propuestas indecentes?
–Gracias a Dios, conté con la bendición de que mi papá estuvo conmigo. Muchas veces tocó coger las cosas y hacer el camino largo, pero hoy en día, después de tantos años de trabajo, siento que ya se rompió el hielo y que las mujeres hicieron tanta falta en la industria que ahora la gente las está disfrutando.
–El acoso que vivió la hizo ver el ambiente musical de otra forma a cómo se la imaginaba ?
-Eso fue lo único que me hizo sentirme frustrada en esta industria. En algún momento de mi carrera, hace como cuatro años, dije: "No quiero más esto, no doy más".
–¿Qué tan descaradas eran las propuestas?
–Eran horribles. Un día llegué a manos de un gran, gran, gran empresario y yo dije: "Este es el momento de mi carrera". Era un empresario superrespetado en mi país, con muchos logros encima y empezamos a trabajar. Todo empezó a verse muy bonito, hicimos un plan de trabajo que me iba a llevar al número uno y a tener mucha exposición. Hasta que un día llegó y me dijo: "Karol, me estoy enamornando de ti", y yo en ese momento tenía 17 años. Le dije que literalmente podía ser mi papá, porque tenía muchos años, y él dijo que no le importaba, pero a mí sí me importaba. Recuerdo que cuando le dije que nos concentráramos en trabajar, a él las cosas le dejaron de funcionar, dejó de invertir, dijo que no quería seguir en algo que se le iba a volver personal y hasta ahí llegó todo. Entonces muchas veces me sentí frustrada, porque era así o no era, y obviamente no era.
–Usted mencionó que su papá trabajaba con usted ¿Qué papel jugó su papá cuando tenía que enfrentar ese tipo de situaciones?
–Mi papá fue el que fortaleció mi personalidad, el que me enseñó a responder, él me decía: "no me vas a poner a mí la queja, tú vas y les respondes, y le dices que no necesitas de eso". De pronto, siento que todo eso fue necesario que pasara para tener la personalidad y el criterio para defender mis ideas.
–¿Se le juzga más a las mujeres por las letras en la música urbana que a sus colegas hombres?
–Sí claro, 100 por ciento. Porque parece que nosotras no tuviéramos la oportunidad de expresarnos. Por ejemplo, con la canción Mi cama, que le habla a ese exnovio, que dice que lo dejé porque conmigo no iba a jugar, porque tenía dos mujeres y apenas me di cuenta me di mi lugar, pero volví a enamorarme y estoy estrenando relación y estoy feliz disfrutando de los placeres de la vida, entonces, ¡ahí hay error! Ahí es donde ha venido el problema de la gente. Me extrañó mucho una entrevista que tuve con una presentadora. Ella me dijo: "Yo no puedo creer que tú hayas dicho que tu cama sonaba". Y yo le dije: "¿Pero acaso tú no lo haces, qué estoy diciendo yo horrible en la canción?" Y ella me dice , que los niños, y le respondo que no hago música para niños, pero tampoco hago música que los niños no puedan escuchar.
Fue tanta la cosa que al final le dije "Que lástima que el mismo machismo te reprima a tal punto que te dé miedo de expresarte". A mí no me da miedo expresarme, y siento que como mujer en la industria estoy haciendo bien mi tarea, porque nunca las he dejado mal paradas, siempre hablo de una mujer evolucionada, guerrera, luchadora pero también de una mujer que siente, que disfruta que también tiene intimidad .
–De la fama que está teniendo, ¿qué es lo más difícil?
–En este momento a uno se vuelve como una tortuguita, tengo un caparazón que me protege de muchas cosas, al que le guste mi trabajo lo recibo con todo mi amor y si tiene una crítica constructiva se escucha, pero la gente que quiere dañar no le pongo cinco de cuidado, defiendo lo que hago. Siento que lo que más duro me ha pegado es el hecho de no poder compartir con mi familia y mi novio, cada día estamos en un lugar diferente.