Por esas cosas de la vida, una lesión hizo posible que el cantante Gregory Cabrera esté metido hoy en un buen negocio.
El exintegrante de la agrupación Calle 8, además de seguir con su carrera como solista, ahora es dueño de una estética.
Gregory tenía muy calladito que es el dueño de Corpo Esbelto Estética y Bronceado, ubicado en San Antonio de Belén, a solo 200 metros de la iglesia católica.
Dice el cantante que desde que empezó a hacer el trabajo hormiga para levantar el negocio decidió hacerlo muy calladito... por aquello de las malas vibras.
“No había hecho bulla porque prefiero que la clientela sea quien hable del trabajo profesional que se le ofrece en la estética; por la recomendación de boca en boca es como, gracias a Diosito, hemos ido ganando clientela”, explicó.
Descubrió el negociazo
Detalló que la idea de iniciar con la estética nació hace tres años, cuando sufrió una lesión en el gimnasio y necesitó ir a una estética para recibir terapia.
Para recuperarse le tomó mucho tiempo, entonces conforme iba a la estética para que lo atendieran se dio cuenta de que era un negociazo.
“Era fila y fila y cuando yo salía había más gente, siempre pasaba full. Fue cuando comencé a preguntarle a la dueña de la estética que me atendía si costaba mucho levantar un negocio como ese; ella me asesoró, me dijo que era difícil, pero no imposible y que poco a poco se podía hacer”, detalló.
Ya con el ánimo arriba y teniendo claro qué quería se mandó como los grandes y fue comprando las máquinas.
“Todo lo debo (carcajadas), pero por lo menos tenemos buena clientela que nos ha permitido pagar las cuotas de la compra de las máquinas”, dijo.
Dice que cuando él llega a supervisar cómo va la estética los clientes se sorprenden.
“Como llego casi siempre en ropa deportiva no se imaginan que soy el dueño, entonces comienzo a conversar con las clientas y como me ve bien físicamente yo me hago solito publicidad (carcajadas). Les digo que es aquí (en la estética) que me tienen así de bien y ahí comenzamos hablar de lo que me hago”.
No fue casualidad que Gregory se interesara en un negocio relacionado con la belleza, ya que él es bien coqueto.
“Me gusta cuidarme, hago ejercicio y me hago mis faciales para limpiar la cara y masajes para que me acomoden todo lo que ande suelto, también masajes para desestresarme. Es bueno cuidarse”, expresó.
Eso sí, el cantante dice que aunque es cuidadoso con su apariencia, ni a palos se sometería a una cirugía.
“Al bisturí le tengo mucho miedo, por eso también pensé que en la estética los clientes puedan tener las mejores máquinas y profesionales que les den buenos resultados pero que no sea nada invasivo”, indicó.
Por eso en su negocio hacen masajes de todo tipo, le chinean el rostro, le aplican tratamientos para eliminar la grasa y la celulitis.
“Yo hago mucho ejercicio, pero la verdad es que hay partes que por más que uno le dé, y le dé no se le va la grasa. Para esas áreas es bueno recurrir a alguno de los tratamientos según la necesidad y el área. Yo a todos los clientes les doy un consejo, que hagan ejercicio porque de nada vale hacerse los tratamientos si no se ejercitan por que los tratamientos lo que hacen es agilizar lo que en gimnasio tomaría siglos”, expresó.
Gregory demuestra que no hay mal que por bien no venga, la lesión que le hizo pasar malos ratos lo tiene ahora al frente de algo muy bueno.