Cantante Claire Delić: “Yo me considero una tica más”

Nació en Holanda, vivió en Costa Rica y Panamá y actualmente reside en Puerto Rico. Aunque su tata era serbio y su mamá holandesa, ella se considera una tica más.

Este es parte del recorrido que ha tenido por esta vida la cantante Claire Delić, quien hace unos días sacó su primer sencillo como solista llamado “No te voy a ver”, letra que compuso inspirada en su padre, quien falleció el año anterior.

La artista es esposa del músico del conocido grupo de Cultura Profética Willy Rodríguez, por lo que el medio musical no le resulta extraño para nada.

A pesar de eso, Claire no deja de ser una persona muy natural y auténtica, lo cual se nota con solo cruzar un par de palabras con ella.

Delić, de 26 años, habló con La Teja y nos contó un poco lo que fue su paso por nuestro país y lo que representa Tiquicia en su vida.

–Cuéntenos, ¿cuál es su vínculo con Costa Rica?

Si me preguntan a cuál lugar me gustaría volver, siempre voy a mencionar a Costa Rica, porque tenemos un romance que va a ser eterno. Yo me crié ahí, en el sur del país, en Uvita, en Dominical, siempre estuve ahí paseando entre las playas y las vacas.

–¿Cuántos años vivió aquí?

Desde los dos hasta los nueve años y se dio porque mi mamá quería salir del frío de Holanda, así que nos fuimos para Costa Rica, fue de esas experiencias que me han enriquecido como persona y que me han ayudado a tener una perspectiva de las cosas diferente. Yo soy amante de la naturaleza gracias a ese país y eso lo trato de proyectar en mi arte.

–En redes sociales se ve como un alma libre y natural, ¿se debe a la vida que tuvo aquí?

Sí, es algo que me marcó. Me acuerdo que mis papás estuvieron durante un terremoto (1993) ayudando a sacar gente a caballo. Cada quien tiene una esencia increíble y hay que explorarla, vivir allá me ayudó a saber cuál era la mía.

–¿A dónde se fue después de vivir aquí?

Después de eso me fui a vivir a Panamá y mi papá se quedó en Costa Rica. Fue un cambio muy difícil porque pasamos de la selva a la civilización. Yo me acuerdo que tenía un diario donde escribía que extrañaba mucho Costa Rica y que no me importaba, pero me iba a devolver sola.

–¿Siguió viniendo?

Sí, he ido muchas veces. La energía que hay ahí me encanta, la frescura es lindísima.

–Ahora que toca el tema de su papá, supongo que él fue la gran inspiración para crear su primer tema...

Sí, yo con él tengo una conexión muy fuerte, aunque se haya muerto el año pasado. Era un amor enorme, nos hablábamos simplemente con la mirada o con la sonrisa y por eso la canción es para él, es muy pura y ahora también cobró un significado más profundo cuando lo perdí, es para representar la añoranza.

–La pieza sale en un momento en que muchas personas sienten lo mismo al no poder ver a sus seres queridos o que los han perdido...

Sí, también evoca la situación que está pasando el mundo, es una canción que nos acompaña de una manera u otra. Nos hace sentir que no estamos solos.

–¿Se puede extrañar sin que duela?

No sé si eso sea posible, porque cuando se ama de verdad se extraña, hay una frase creo que de (Julio) Cortázar que dice que hay que salirse de las niñerías de que si yo te amo, te tengo que tener, pero no, hay que atravesar dimensiones porque este sentimiento va más allá de que pueda o no verte.

–Si hace unos años le hubieran puesto a escoger entre debutar como cantante con un tema inspirado en la partida de su papá o algún otro, ¿cuál sería esa elección?

¡Wow! no lo sé porque en mi cabeza tengo un gran repertorio de música y hay varias que representan mucho para mí. Creo que no es la canción y la letra, es la historia detrás.

–¿Se puede llevar una relación sana entre dos artistas?

Cuesta porque somos seres emocionales y a veces reflejamos experiencias pasadas, pero creo que es un asunto de compasión, de apertura. Creo que estar con otro artista beneficia porque el lenguaje es inmediato, no se debe explicar mucho, con esta canción él se alegró de que yo pudiera sacar todo eso y entre los dos nos convencimos de hacerlo.