La cantante Alita Salazar se enteró que algunos de sus colegas le están serruchando el piso y decidió cantarlo.
Detalló que se ha dado cuenta de que hay cantantes que llegan a algún bar o un salón de baile, donde ella comúnmente se presenta, a preguntarle al dueño del lugar cuánto cobra ella para luego ofrecer su trabajo a un menor precio con el fin de que los contraten.
“Dejen de preguntarles a mis clientes cuánto cobro. Yo sé que todos tenemos que trabajar y pulsearla, pero que feo que mis clientes me enseñen mensajes y hasta me nombran. ¡Mala nota! Así no se hacen las cosas, sean más profesionales y valoren su trabajo”, escribió en su cuenta de Facebook.
Lo curioso es que muchos de sus colegas le contestaron su publicación y le dijeron que no solo a ella le ocurre esto.
Al parecer, hay varios artistas que tienen esa fea costumbre de averiguar cuánto cobran los otros para pedir menos y luego robarles el mandado. Con esas malas y espantosas prácticas lo que hacen es baratearse y dejar su profesión por los suelos.
Alita y otros cantantes, con años de experiencia, comentaron que cobran lo que cobran justamente por su trayectoria y calidad de sus presentaciones.