Fabiola Torres tiene 25 años y cursa noveno año en un Cindea de Limón, porque quiere salir adelante y darles un buen futuro a sus dos princesas Josiany, de cinco años, y Janice, de tres.
Torres es candidata a Señora Reina de las Américas y nos contó que no ha podido terminar el cole, porque ha tenido circunstancias difíciles en su vida, como perder a su madre en un accidente de tránsito, cuando solo tenía ocho años
Quedó con una hermanita que en ese momento tenía cinco añitos.
La guapa es una de las candidatas de Señora Reina de las Américas en la categoría joven, que esta noche luchará por la corona. Esas bellas señoras han hecho una linda campaña para recaudar fondos a favor del niño Luis Alonso Chaves.
Fabiola cuenta que su niñez pasó de un lado a otro, viviendo con familiares, pero recuerda con especial cariño la época en que estuvo con su abuelita paterna Flor Alvarado. “Ella es como mi mamá, es la reina de mi vida”, explicó.
La muchacha ya se independizó, pero ha tenido dificultades para encontrar trabajo en Limón, por eso se prepara para terminar el bachi y luego sueña con sacar la carrera de Trabajo Social, pues su deseo es siempre ayudar a los demás.
“Como Limón es una ciudad pequeña y de pocos habitantes, yo creo que los empleos ya están ocupados y como uno no tiene estudios, más se cierran las puertas”, dijo.
Esas dificultades las solventa con la ayuda que le da el IMAS por estar estudiando y el aporte económico de alguien cercano.
Esos problemas de dinero la llevaron a abandonar el concurso en algún momento. “Fue la directora del concurso, Sibia Harrison, la que me dijo que no me saliera, que ella me apoyaba. Es una persona con demasiado buen corazón. Y aquí estoy, a brincos y a saltos”, expresó.
Ya caminó solito.
Mientras tanto, el pequeño Luis Alonso se encuentra en Colombia recibiendo terapia, luego de que fuera operado, pero hay una excelente noticia: ya pudo dar sus primeros pasos sin la ayuda de su madre, Silvia Acosta.
El pequeño caminó en la andadera y, según contó la mamá en su perfil de Facebook, ella se dio cuenta por primera vez que su hijo es una persona y ella otra.
"Lo mejor del día fue cuando ya logró caminar solo con la andadera y sin dolor y dijo gracias a Dios. Y no parábamos de reírnos al escuchar su felicidad”, escribió en el feis.