Esta semana estuvo de visita en el país el modelo Bryan Ganoza, quien le cayó de sorpresa a su mamita para celebrarle el Día de las Madre.
El excombatiente tiene un año y medio de vivir en Las Vegas, donde trabaja como bailarín o maripepino en uno de los bares más famosos de la Ciudad del Pecado.
Al musculoso le está yendo tan bien quitándose la ropa que ya tiene su propio apartamento y hasta anda estrenando un chuzo, pues según confesó, está ganando buena platica.
Ganoza se compró un Lexus, nuevo de paquete, el cual está valorado, el más sencillito, en más de 36 mil euros, es decir, más de 25 millones de colones.
–¿Cómo le está yendo en Las Vegas?
– Ya tengo año y medio de estar allá y un año y cinco meses de estar con Kings of Hustler (grupo coreográfico), ya este es mi segundo año de contrato y la verdad que estoy supercontento con el cambio, el haberme venido para Las Vegas para mí ha sido muy positivo en todos los aspectos. Estoy contento y laboralmente ni que decir, gracias a Dios estoy muy bien.
– Ahí vi que está está estrenando chuzo. ¿Tan bien le va?
– Sí, sí, gracias a Dios hace tres meses tuve la oportunidad y me compré un carrazo. Es un Lexus, me lo pude comprar nuevecito nuevecito, y a parte viene con todas las extras que cualquiera quisiera tener, un motor grande, muy tecnológico. ¡Bellísimo!
–¿En qué consiste su trabajo como strippers o bailarín?
– Trabajo tres días a la semana básicamente, que son viernes, sábado y domingo. Entro a las 8 p.m. y salgo a las 2 a.m. Durante la noche hay muchos shows, somos 18 hombres (que conforman el equipo coreográfico) y hay momentos que sólo bailamos seis y después entran otros seis por atrás. Los bailes son muy temáticos, lo importante es que las mujeres estén siempre entretenidas y la verdad que lo logramos porque nos visita muchísima gente, y yo contentísimo.
–¿En algún momento baila solo o son todos en grupo?
–Humildemente de los shows principales de la noche uno de los más gustados es el mío. En Las Vegas es muy famoso los Jabbawockeez (grupo de hip hop), en los que bailan todos de negro con una máscara blanca, en una parte hay un segmento de música instrumental y ya después salgo yo bailando varios géneros como hip hop, hago unos movimientos sexis con una silla y a parte de eso, bailo bachata, que muy pocos de mis compañeros lo hacen. Es un show muy latino, hay varias canciones que yo se las dedico a las mujeres y eso me ha ido caracterizando un poquito. Hay muchas mujeres que cuando vuelven, llegan preguntando por mí y es bastante bonito.
–¿Lo presentan de alguna forma en especial?
– En el momento en que yo salgo con mi show si anuncian que vengo de Costa Rica y ellos (los del bar) cuentan un poco de mí porque ellos saben que soy muy famoso aquí (en Tiquicia). Son 15 minutos individuales los que tenemos, a parte de los bailes grupales.
–¿Cómo es el bar en el que se presenta?
–El lugar se llama Hustler Club, por eso nos llamamos "Los reyes de Hustler". Está catalogado entre los cuatro mejores lugares para show de mujeres. Nosotros lo que hacemos es muy similar a la película "Magic Mike".
–¿Y cómo es el público que llega?
– Llegan chicas de todas partes del mundo. Llegan asiáticas, de Dubai, llegan muchas indias, japonesas, mucha latina como argentinas y por lo general llegan en grupo, pues muchas llegan a celebrar despedidas de solteras. Lo que son los viernes y sábados llegan unas 300, entonces, cuando uno sale por una fotografía es una locura. Se lo quieren comer a uno (risas).
– Usted se dio a conocer acá por trabajar en los famosos 'Ladies night', estaba acostumbrado a bailar en tarima y para mujeres. ¿En comparación, cuál público es más caliente?
– Fíjese que las ticas gritan más. De verdad que sí. Ahí (en Las Vegas) dependiendo del movimiento que uno haga hay más gritos pero las ticas gritan todo el tiempo. Y sí, empecé a bailar en tarimas desde que tenía 18 años y eso me ayudó muchísimo para ser lo que soy porque a todas les gusta y les gusto mucho, entonces, eso es lo que me ha ayudado más.
–¿Y se le ha pasado la mano más de la cuenta a alguna mujer?
– Claro, claro, todo el tiempo. Son demasiadas mujeres y apenas 18 hombres, entonces imagínese, se vuelven locas.
–¿Y esas manoseadas qué?
– Diay, no me queda más que sonreír. Pero es que uno entiende que ellas están ahí disfrutando, que algunas tienen sus tres traguitos adentro y es parte de exhibirme. Lo veo como parte del trabajo.
–¿Termina el show en bóxer o desnudo?
–En bóxer. Si han intentando dejarme sin nada. Una vez me lo bajaron un poco, pero por los glúteos y sí logró bajármelo, pero yo más bien me lo dejé un toquecito porque las mujeres gritaron y yo empecé a disimular con si me lo subía o no, como parte del show. La verdad es que es un trabajo que disfruto muchísimo.
–¿Le han ofrecido dinero por sexo?
– Claro, sí me pasa. Pero hay que dejar claro que en Las Vegas la prostitución es ilegal, allá se saben de muchos casos de mujeres que han llegado a ofrecerles dinero a hombres y resultó ser una policía encubierta. Eso es algo que nos advierten mucho, desde que firmamos el contrato nos lo hacen ver y nos advierten que si cometemos un error de esa índole el contrato se rompe y nos vamos para la cárcel.
Pero vieras que no hace falta caer en eso porque ganamos bien, porque tenemos un salario base y recibimos propinas y he de aclarar que ser stripper no es ser prostituto, como mucha gente está pensando aquí. Lo que yo hago es un ladies night más profesional, con más producción y lo único es que terminamos el evento en bóxer.
Eso de la prostitución primero que nada no va conmigo y vieras que gracias a Dios no me hace falta porque se gana bien.
–¿Y cómo es eso que ya tiene novia nueva y que es cubana?
– Si, es cubana. Ya tenemos 10 meses juntos y la verdad que nos llevamos muy bien. Vamos por buen camino y a esperar que pasa.
–¿ Y dónde se conocieron?
– Ahí mismo en Las Vegas, por un amigo en común. Ella (Jeanneth) me conquistó en un momento que ni yo me lo esperaba porque no estaba buscando novia. Tenía muy poco de haber terminado mi antigua relación (la colombiana con la que vivía en México) y fue como cuando uno no quiere, le sale. Sí me gustó mucho desde que la vi y cuando me di cuenta estábamos juntos. En febrero formalizamos la relación, porque empezamos a salir desde diciembre.