Una bronca de las buenas y que ya lleva varios días dando vueltas y con diferentes protagonistas e incluso con supuestas amenazas de muerte incluidas, ha calentado TikTok en Costa Rica.

El tema comenzó el pasado 16 de mayo cuando en sus redes sociales, el influencer de comida Roberto Biasetti, de la página Jale a Comer, festejó el Día del Publicista y felicitó a todos sus colegas.

No había ni terminado de hacer la publicación cuando el empresario y tiktoker argentino Jorge Sagal, dueño del restaurante El Tenedor Argentino, le tiró duro y cuestionó en un video de TikTok que clase de publicista es Roberto si a lo que se dedica es a ir a comer gratis a todos los restaurantes.

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Roberto no se quedó callado y en sus historias de Instagram denunció una especie de acoso del che en su contra, pues, al parecer, no es la primera vez que se refiere a él en alguna de sus publicaciones.

Biasetti dijo que como don Jorge quería publicidad, él se la iba a dar y le iba a devolver la crítica de otra manera, iba a ir a pedir comida a su restaurante y hacer una reseña. En caso de que no fuera admitido, le diría a sus amigos que le ayudaran u ordenaría por medio de alguna aplicación, para así decir la verdad sobre cómo sintió los platillos y si le gustó o no.

Al parecer, la respuesta del de Jale a Comer no le gustó mucho al argentino, quien de una vez se fue a hacer un nuevo video, esta vez, tirándole a Biasetti por cobrarles a los emprendimientos cada vez que les hace un video.

Sagal mostró una imagen con lo que aparentemente es el tarifario del 2022 de la famosa página, donde muestra que por una visita a un restaurante que incluye un video en Instagram, otro en TikTok, en Facebook y en las historias de esas redes sociales, cobraba 250 dólares, es decir, poco más 133 mil colones.

Con su video, don Jorge, a su vez, expuso a varios influencers de comida, pues mucha gente desconocía que cobran dinero por ir a probar platillos.

La polémica se hizo más grande debido a que las personas decían que con razón, en muchas de las ocasiones dicen que todo está delicioso, lo cual consideran que es una forma de engañar a la gente.

De inmediato, varios de los colegas de Jale a Comer salieron en defensa de la profesión y señalaron que ellos lo hacen como un trabajo cualquiera. Ellos también se han visto atacados por personas a las que no les cuadra que hagan sus reseñas por dinero.

“Yo cobro 300 dólares, más viáticos, más IVA porque yo facturo con Hacienda, todo dentro de los márgenes de la ley y aun así la opinión es sincera y honesta, porque no me lo paga el bar, sino la Cámara de Porcicultores de Costa Rica”, dijo el de Fuego Tico a un cuestionamiento.

Algunos otros como los creadores de “Pura vida y provecho” y “Rubén Eats” se desligaron del tema de los cobros, pues dijeron que lo de ellos es diferente, nunca han cobrado y hasta han rechazado ofertas por visitar restaurantes.

Eso sí, ambos dijeron que respetan y entienden a las personas que lo hacen porque lo ven como un trabajo y es una forma honrada de ganarse la vida, sin robarle a nadie.

Amenaza.

El capítulo más reciente de este novelón se dio la mañana de este viernes cuando Sagal compartió un video en la plataforma asegurando que puso una denuncia en el OIJ por supuestas amenazas de muerte luego de sus comentarios.

“Denuncia interpuesta por amenaza de muerte, ya esto pasó de castaño a oscuro, ¡basta!”, compartió el argentino sin señalar a algún posible culpable.

La cosa está caliente y pareciera que todavía con mucha cola.