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A tres meses de su salida de Repretel, Patricia Figueroa disfruta de una nueva vida donde el tiempo para ella, la familia, los negocios y el deporte son los grandes protagonistas.
Paty sorprendió a todo el mundo el 28 de octubre cuando anunció su renuncia a Repretel, televisora de la que fue figura insignia durante 26 años.
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Su salida fue de las más sonadas que hubo en el 2024 en el canal de La Uruca y ahora, sin el bullicio de aquel momento, repasó con La Teja este tiempo fuera de cámaras.
¿Cómo han transcurrido estos meses alejada de la tele?
Con mucho trabajo. En realidad, estos tres meses retomé y me metí de lleno en los negocios nuestros de familia con mi esposo (Arnoldo Madrigal). Manejamos cinco restaurantes y, si bien es cierto siempre estuve viendo la parte de mercadeo y financiera, ahora estoy apoyando mucho más, estoy más metida. Venimos con otros proyectos de ese tipo (gastronómicos) y más inmersa en el salón de belleza que tengo en Rohrmoser.
También volví a involucrarme más en el deporte. Siempre he sido muy deportista y siempre me ha gustado competir, generalmente lo he hecho viviendo en Costa Rica, en tenis y ahora le sumé toda esta tendencia que hay de pádel; entonces le estoy dando full a la raqueta. He viajado a competir y estoy entrenando bastante, es una de las cosas que verdaderamente me hace muy feliz, la disciplina del deporte y que, además que me hace feliz, ejercitarse cae bien a cualquier edad de la vida. Además he aprovechado este tiempo para viajar, porque antes lo podía hacer en las vacaciones pero con cierta limitación porque al fin y al cabo uno era un empleado de una empresa.
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Dice que incursionó en el pádel, ¿cómo nace la afición por ese deporte?
Nace muy curioso porque sí, siempre he estado en la línea del tenis, pero de repente mi hija empezó a jugar pádel. Ella estuvo en tenis pero nunca se emocionó tanto o se identificó, pero sí se prendió con esto. En principio invitó a mi esposo a un torneo del Día del Padre y mi marido fue; luego me invitó a mí a una clase y yo por compartir con ella me fui y entre cosa y cosa, le agarré un gusto y estoy fascinada porque es una actividad más que puedo compartir con mi hija y con mi esposo, que también se prendió. Esto del pádel ha sido una mezcla de competir, pero además de compartir con los seres que más amo.
¿Extraña su vida de antes en la televisión?
Diría que es una mezcla de sentimientos. Así como que diga que extrañe el ritmo (de trabajo), no, porque al final mi ritmo siempre ha sido constante y de mucho trabajo estando fuera o dentro del canal, y sigo muy ocupada y esa es una de las cosas que realmente no me hacen falta porque más bien combinando mis cosas personales y con las del trabajo (sus negocios) estoy full.
Lo que digamos uno extraña es la gente que uno quiere, la que trabajó con uno. Igual en la calle las personas siempre son amorosas porque han sido tantos años de estar en contacto con las personas a través de la pantalla, ese cariño se guarda y se conserva.
¿A quienes extraña del canal o con quienes mantiene contacto?
Yo tengo contacto con muchos compañeros que han pasado por el canal y ahora están distribuidos en diferentes medios, pero si pudiera decir a quién llevo en el corazón, de los que he compartido, son a Rafa (Pérez) y a Ítalo (Marenco). Compartí muchos años con ellos (en Giros), y más allá de ser compañeros podría decir que fueron como hijos. Rafa tiene la edad de mi hija (28 años) y a Ítalo lo chineo igual, aunque no sea tan carajillo. A ellos siempre los llevo en mi corazón. Ellos me hicieron sentir muy querida siempre, demasiado chineada siempre; fueron especiales conmigo y eso se lleva siempre en el corazón y de verdad que los quiero muchísimo.
Su hija Estefanía ya se independizó, se graduó de la universidad, ¿cómo vive esa etapa de mamá?
Estoy feliz porque es el sentimiento de los padres cuando ven a los hijos felices y realizados, es la mayor satisfacción de uno como madre y es lo que le llena a uno el corazón; pero del otro lado de la moneda ha sido muy divertido porque ella dejó un vacío en la casa que es irremplazable, pero eso le permite a uno hacer equipo con el marido para un montón de cosas diferentes, entonces también ha surgido una dinámica muy linda entre mi esposo y yo. Estefanía cumple un año en abril de haberse independizado y este tiempo ha sido una etapa muy linda para nosotros.
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¿Cómo se siente en este momento de su vida?
Muy plena y muy agradecida con Dios, principalmente, por llenar mi vida y llenar mi corazón y poder dejarme experimentar esta etapa sintiéndome así. Creo que como mujer es importante empoderarnos en el sentido positivo, de poder hacer las cosas que soñamos, de poder siempre experimentar en áreas diferentes, esas que de jovencitas no pudimos cumplir, pero que más adelante se abren los espacios. Creo que uno debe seguir soñando por siempre y debe seguir experimentando por siempre, porque esa es la vida, una metamorfosis constante y un cúmulo de experiencias.
