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El actor costarricense Álvaro Marenco, de 76 años, es una caja enorme de sorpresas. Conversar con él es conocer algunas de las miles de historias jocosas que tiene.
Una de esas es la forma en la que conoció al director de Hollywood Quentin Tarantino, famoso, admirado y respetado por películas como Pulp fiction (Tiempos violentos), Kill Bill o Bastardos sin gloria.
La anécdota se remonta al año 2015, cuando don Álvaro hizo un viaje a México al que llevó una cámara fotográfica rosada que le prestó su hija porque él no tenía una propia. Este detalle es muy importante.
Un día don Álvaro –tata de Ítalo Marenco– fue a comer con una amiga a un restaurante allá en México.
|| Diseño:Francela Zamora / LA TEJA.
Cuando ingresó al restaurante se topó con el director mexicano Guillermo Arriaga, a quien Marenco ya conocía por una visita que el cineasta había hecho a Costa Rica.
“Lo saludé y se acordó de mí, hablamos de Costa Rica y se portó muy amable", recuerda.
Arriaga estaba con un hombre al que el tico confundió con el actor Kuno Becker, algo que no le hizo mucha gracia aludido pues resulta que era Alfonso Herrera, actor y cantante conocido de su paso por el grupo RBD.
“Yo me equivoqué y el maje se molestó, me dijo: 'yo soy Poncho Herrera’ y yo no tenía ni idea; me dice ‘el de RBD, no me andés por los huevos, no soy Becker’”, contó don Álvaro.
El mexicano, quien andaba pasadillo de tragos, siguió ardido por la confusión.
“'Si quiere le tomo una foto con esa cámara de joto (homosexual) y yo le respondí que esa cámara tenía una problema, que solo retrataba jotos y le tomé una foto con flash en la cara, algo que le molestó mucho”, recordó don Álvaro.
Al ver que la cosa estaba medio caliente apareció Tarantino, al que Marenco no había visto y le dijo a Poncho que él también quería una imagen con el tico, tomada con la famosa cámara rosada.
Don Álvaro no sabía muy bien qué hacer, pero acató a agradecerle el gesto a Tarantino y con el poquito inglés que maneja le mostró su admiración.
Al final, el tico y Poncho Herrera terminaron compartiendo como si nada hubiera pasado y hasta se tomaron una fotografía con la famosa camarita de “jotos”.
Tiempo después el actor nacional se puso a investigar quién era Poncho y se dio cuenta que tiene cierta trayectoria.
“Fui a Guadalajara y les enseñé la foto y ahí el hombre es famoso, para mí era un desconocido y fue culpa mía; seguro a mí me dicen que me parezco a Rodolfo Araya (don Pedro de La Pensión) y no pasa nada, una vez hasta me dijeron que si yo era Guido Sáenz, creo que fue cuestión de ego”, agregó.
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