Acompañada de una colección de famosos, la superestrella del pop Taylor Swift anima a su pareja Travis Kelce y a los Kansas City Chiefs en el Super Bowl número 58, que se lleva a cabo en Las Vegas.
La diva del pop consiguió volar a tiempo a Estados Unidos, después de actuar el sábado anterior en Tokio, en uno de los últimos conciertos de su gira “The Eras Tour”.
Con un atuendo oscuro y al hombro una chaqueta roja, el color de los Chiefs, la artista entró al Allegiant Stadium de Las Vegas acompañada de la rapera Ice Spice y la actriz Blake Lively varias horas antes del inicio del juego entre los Chiefs y los San Francisco 49ers.
Swift, ganadora de un récord de cuatro Grammys al álbum del año, lucía también un collar de oro con el número 87 de Kelce.
Al inicio del juego, la cantante ya estaba acomodada en un palco de lujo junto a Lively, Spice y la familia de Kelce: sus padres Donna y Ed y su hermano Jason, jugador de los Philadelphia Eagles.
La retransmisión televisiva de la cadena CBS ofrecía regulares planos de Swift, quien se levantó en el palco para cantar “America the Beatiful”, interpretada por el rapero Post Malone, aperitivo del himno nacional estadounidense, agarrada de la cintura de Lively.
Swift concentraba la mayor atención dentro de la habitual constelación de estrellas que acudió al gran evento deportivo de Estados Unidos, incluidos el basquetbolista LeBron James, los músicos Paul McCartney y Jay-Z y el actor Paul Rudd.
El mediático romance de Swift y Kelce ha sobrepasado las fronteras del deporte y atraído a nuevos públicos a la NFL, que espera batir este domingo el récord de audiencia del Super Bowl.
Swift ha acudido regularmente esta temporada a apoyar a su novio a los estadios de la NFL, donde suele vivir los juegos con intensidad, especialmente las acciones de su pareja.
Por ahora los Chiefs han ganado nueve de los 13 partidos a los que asistió la cantante.
De su lado, Kelce aseguró esta semana que la atención global que tiene ahora bajo sus hombros no le iba a pesar en la búsqueda de su tercer título de campeón de la NFL y segundo consecutivo.
El jugador, uno de los mejores “tight end” de la historia, bromeó incluso diciendo que se sentía más presionado después de que Swift hiciera historia la semana pasada en los Grammys.
“Ella es increíble”, afirmó. “Está reescribiendo los libros de historia. Le dije que tenía que cumplir mi parte del trato y traer algo a casa también”.
Según la web TMZ, Kelce pagó más de un millón de dólares (₡516 mil millones) por la suite de lujo en el Allegiant Stadium.